Científicos japoneses han logrado sintetizar en el laboratorio un metal muy preciado por la industria electrónica. Hablamos de una aleación muy similar al paladio, que proporcionará independencia a los países que no poseen yacimientos de este metal tan raro. Además, aporta nuevos conocimientos sobre cómo se pueden crear materiales valiosos a partir de elementos más comunes. La industria agradecerá esta aportación del grupo japonés pués permitirá seguir creando avances electrónicos sin importar de dónde venga el material.
Existe un metal raro llamado paladio, situado entre el rodio y la plata, en la tabla de elementos químicos, que sustenta una gran industria de carácter estratégico para el desarrollo tecnológico de un país. Es un metal de transición del grupo del platino, blando, dúctil, maleable y poco abundante. El paladio se encuentra en muchos productos electrónicos como computadoras, teléfonos móviles, condensadores de múltiples capas de cerámica, revestimiento de componentes de baja tensión, contactos eléctricos y televisores SED/OLED/LCD. El paladio se usa también en odontología, medicina, purificación de hidrógeno, aplicaciones químicas, y en el tratamiento de aguas subterráneas. Desempeña también un papel clave en la tecnología utilizada para las pilas de combustible, que combina hidrógeno y oxígeno para producir electricidad, calor y agua. Toda una joya (y nunca mejor dicho).
Sin embargo, hay que importarlo desde Sudáfrica o Rusia porque apenas existe en el resto de Planeta. Esto puede significar una auténtica traba para todos aquellos países que basan su economía en la producción tecnológica, como Japón. Para evitar esta dependencia, no queda otra alternativa que intentar producir paladio sintético a partir de metales más abundantes. Y esto es lo que han conseguido un grupo de científicos de la Universidad de Kyoto, comandados por el profesor Hiroshi Kitagawa.
Gracias a la nanotecnología, fuente de constantes avances y futuro próximo de la humanidad, el equipo de Kitagawa ha logrado sintetizar una aleación cuyas propiedades son casi idénticas a las del propio paladio. Partiendo de micropartículas de rodio y plata, los científicos japoneses han mezclado estos dos metales con una técnica muy particular (normalmente es imposible). El científico explica que “su equipo creó una solución con cantidades iguales de rodio y de plata, convirtiendo la solución en una vaporización y mezclando poco a poco los metales con alcohol caliente hasta producir las partículas de la nueva aleación. Cada partícula tiene 10 nanómetros de diámetro y los átomos de ambos metales están mezclados por igual”. Kitagawa aventura que es probable que las órbitas de los electrones en los átomos de rodio y de plata se hayan mezclado y formado las mismas órbitas que el paladio.
Con este hallazgo, la dependencia de la importación del paladio queda anulada y la industria electrónica basada en este raro elemento queda libre de ataduras. El científico ya ha iniciado investigaciones conjuntas con los fabricantes de automóviles y otras compañías, pero dijo que no podía revelar ninguna información porque hay patentes de por medio, y otros motivos. Al parecer, el éxito de los experimentos ha sido rotundo y las empresas están mostrando gran interés en esta nueva aleación que podría sustituir al paladio en el futuro.
