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Emdrive: El impulsor espacial imposible

Los chinos están absolutamente decididos en viajar a Marte. La agencia espacial de ese país ya ha presentado algunos proyectos viables. Ahora, un científico ha presentado un extraño propulsor llamado EmDrive, que podría reducir el tiempo de viaje de un año a solo 41 días. La polémica se ha desatado porque el EmDrive viola el principio de conservación del momentum.

En el espacio, para viajar desde el punto “A” al punto “B”, hace falta proporcionar al vehiculo en cuestión de un motor que venza su inercia y lo ponga en movimiento. Si la fuerza impulsora se sigue aplicando, el vehiculo seguirá acelerando. Como “A” y “B” están (generalmente) muy separados entre sí, se necesita un sistema que pueda proporcionar mucho empuje durante mucho tiempo, para que el viaje no dure una eternidad. Los combustibles tradicionales no son demasiado efectivos en el espacio, dado que suman mucho peso al vehiculo espacial y no aportan demasiado impulso en proporción.

Se han barajado innumerables alternativas, incluidas algunas de difícil realización práctica, como las velas solares de varios kilómetros cuadrados de extensión. Sin embargo, a la hora de viajar a otro planeta, nuestras sondas robóticas siguen utilizando los combustibles de siempre. Pero los chinos podrían tener el motor que cambie la historia de la conquista espacial.

El sistema de propulsión ha sido bautizado “EmDrive”, una abreviatura de "unidad electromagnética" (Electromagnetic Drive, en inglés). Y apenas vio la luz, ya ha despertado una gran polémica. Es que su principio de funcionamiento viola algunos principios fundamentales de la física. Esto, para muchos, suena a “proyecto de científico loco que inventa máquina de movimiento continuo” o algo parecido. Según Roger Shawyer, el científico que desarrolló el concepto, el motor convierte energía eléctrica en empuje mediante microondas, sin violar las leyes de la física. Pero varios investigadores creen lo contrario. Un artículo en la revista New Scientist acerca del Emdrive reseña una enorme cantidad de argumentos en contra del invento. De hecho, la mayoría cree que el trabajo de Shawyer es descaradamente imposible, que su razonamiento está viciado de errores y que su idea nunca debería haber sido publicada.

"Es bien sabido que la idea de Roger Shawyer viola la ley de conservación de impulso, por lo que simplemente es el último de una larga línea de ‘perpetuum mobile’, de los tantos que se han propuesto y refutado durante siglos", escribió John Costella, un físico Australiano. "Su análisis es basura y su unidad imposible", agregó.

Sin embargo, y como es lógico, Shawyer defiende su trabajo teórico. Y su empresa, Satellite Propulsion Research (SPR), ha construido algunos prototipos. Según Shawyer, sus motores producen un empuje mediante  una pequeña cavidad resonante llena de microondas. Él está firmemente convencido que no es una “máquina de movimiento perpetuo” y, sobre todo, que no viola la ley de conservación de impulso, ya que se aplican diferentes marcos de referencia entre la unidad y a las ondas de su interior. El gran reto, dice, será que la comunidad analice sus teorías en lugar de dedicarse a defenestrarlas.

A pesar de toda la controversia, en la Northwestern Polytechnical University (NPU) de Xi’an han puesto a uno de sus científicos, el profesor Yang Juan, a trabajar en el EmDrive. En este momento se encuentran fabricando un modelo que debería funcionar. De lograrlo, se podría impulsar una nave tripulada a una velocidad de unos 80.000 km/hora, con lo que se podría viajar a Marte en solo 41 días, eliminando casi todos los problemas que hoy se enfrenta una misión de ese tipo.

Es difícil que cientos de científicos se equivoquen al analizar el trabajo de un colega. Pero existe al menos una pequeña posibilidad de que Roger Shawyer esté en lo cierto, y los chinos no quieren dejarla pasar. En los próximos meses conoceremos la verdad. Mientras tanto, seguimos soñando con pisar Marte.

Escrito por Ariel Palazzesi

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