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Esenciales: Accesorios para tu cámara digital

Recuerdo cuando tuve mi primera cámara fotográfica en las manos. Era de accionamiento mecánico en su totalidad y sólo nos devolvía fotografías en blanco y negro 15 días después de llevarlas a “revelar”. 35 años más tarde puedo observar la calidad de la fotografía obtenida en el mismo instante de la toma, la claridad de la escena y la justa utilización de los filtros disponibles para obtener el mejor recuerdo de un momento único que quedará inmortalizado en una imagen. Único e irrepetible. Pero con una cámara no basta para rodar por el mundo obteniendo imágenes. Hay que estar preparado para cualquier contingencia y aquí te mostramos algunos de los accesorios que no pueden faltar en tu equipo fotográfico.

Cuando saqué mis primeras fotografías, me horroricé al descubrir que mi dedo estaba muy molesto delante del objetivo en casi todos los disparos. Mejor ni recordar los “cubos mágicos” donde se colocaban las lámparas especiales que oficiaban de “flash”. En aquella época tener una cámara con “flash” era algo soñado. Era comparable al hecho de que hoy podamos acceder de manera fácil a una filmadora de video HD. Era el logro de algunos pocos. Luego de muchos años, seguimos cometiendo errores al tomar una foto. La maravilla del actual mundo digital nos permite examinar momentos irrepetibles, que ocurrirán ese día y que no volverán nunca. Es decir, tú recibirás tu diploma una única vez. La broma que le gastarán a tu amigo también será un momento único; por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es no dejar librado al azar esos pequeños detalles que terminan arruinando ese momento irrepetible. Los accesorios de una cámara fotográfica pueden ayudarte a estar siempre preparado y a conseguir las mejores imágenes.

Baterías.
Si existe un ABC de los accesorios que no pueden faltar en un equipo de respaldo de un fotógrafo (a pesar de ser el más aficionado del mundo) es un conjunto de baterías de repuesto (cargadas, por supuesto). Las baterías recargables modernas permiten utilizar la máquina en forma discontinuada (no filmando ni sacando una foto detrás de la otra con flash) con un rendimiento de entre 400 y 500 fotografías. Pero si te gusta repasar y compartir tus fotos en ese momento usando la pantalla LCD de la cámara fotográfica, la batería se descargará de manera más rápida. No será nada divertido que en el momento exacto en que tus amigos estén por brindar, saludando al año nuevo que se aproxima, o cuando esté por aparecer en escena tu estrella de rock favorita, descubras que ya has agotado toda la carga de las baterías en juegos previos. Por esto y muchos otros “accidentes” siempre deberás contar con un juego de baterías de repuesto cargadas para asegurarte de que no perderás ni un instante de la mejor acción de la jornada.

Un cargador de baterías.
Algunas cámaras fotográficas vienen con los cargadores de batería separados, pero otras tienen adaptadores de corriente que cargan la batería dentro de la cámara fotográfica sin necesidad de extraerla. Sobre este tema siempre existió la polémica relacionada a las baterías incorporadas versus las baterías doble A. Para muchos (entre los que me incluyo) las cámaras con baterías doble A tienen la posibilidad de obtener fotografías de manera eterna. Esto es, una vez agotadas todas las baterías recargables existentes, cualquier tienda te permite comprar un nuevo juego de baterías alcalinas y seguir sacando fotografías de manera indefinida (mientras la memoria te lo permita, claro). Las baterías internas, cuando deciden agotarse, te dejan sin recuerdos de manera obligada y sin opciones. En mi opinión: buenas baterías recargables, un cargador siempre disponible y asunto resuelto. Si no te encuentras en medio de la selva o en la montaña, un tomacorrientes hay en cualquier lugar.

Tarjetas de memoria (Extra memory cards)
Las cámaras digitales poseen una memoria interna para almacenar una cantidad muy limitada de fotografías. Sin embargo, la solución a este inconveniente se resuelve de manera muy sencilla con alguna tarjeta de expansión de memoria. Todas las máquinas vienen preparadas para su utilización. Muchas cámaras traen estos dispositivos como parte del conjunto adquirido pero otras requieren que tú los compres aparte. Si te encuentras en un viaje largo (viaje de egresados) y están a punto de arrojarse desde las alturas, atados de los pies (utilizando la soga elástica), será muy triste descubrir que no te quedan recursos de memoria como para filmar ese evento. Una tarjeta SD puede salir unos pocos Euros, una camiseta de fútbol también, el primer gol de tu hermano menor no tiene precio.

Trípode.
La estabilización óptica de una imagen obtenida en forma dinámica es una característica ofrecida por unos pocos modelos de gama alta y marcas de primera línea. Este proceso permite corregir los defectos en los que podamos incurrir al intentar capturar una imagen en movimiento. En mi caso, siempre los resultados han sido catastróficos y he tenido que realizar nuevas tomas hasta el cansancio, a veces sin lograr buenos resultados. Las fotos “movidas son el peor fantasma de un fotógrafo. Por este motivo, un trípode te ayudará a resolver esta clase de inconvenientes con el beneficio de que (gracias al disparador automático) tú también podrás ser parte de la fotografía. Además, las exposiciones prolongadas durante la noche o en ambientes con poca iluminación se verán beneficiadas con el uso de estos sistemas de soporte que en la actualidad pueden encontrarse a precios muy accesibles (menos de 10 Euros).

Un estuche para llevar todo.
Para muchos puede resultar una molestia y hasta un accesorio poco estético e incómodo, pero una pequeña bolsa, funda o estuche para cargar todos los accesorios que estamos mencionando nunca estará de más y te permitirá mantener un orden y una disponibilidad inmediata de cualquier accesorio. Sí, es muy elegante llevar la cámara en un cobertor tan pequeño que hasta resulte poco perceptible, pero te acordarás de nosotros cuando necesites unas baterías de repuesto. No te arrepentirás de utilizar este accesorio. Por supuesto, nena, no lo transformes en tu bolso de viaje.

Cables.
Imposible no llevar cables de salida de audio y video (RCA) para conectar tu cámara en cualquier TV u ordenador. Las cámaras más modernas (y de alta gama) incluyen un cable mini-HDMI entre los accesorios originales. Toda la acción registrada durante el día siempre merece ser compartida en grupo o en familia para recordar momentos que serán inolvidables y que quedaron registrados para siempre.

Porta Retratos Digital.
Al igual que en el punto anterior, un porta retratos digital puede ser una buena alternativa para compartir entre muchos las imágenes del día. Muchas cabezas intentando mirar en una pequeña pantalla LCD de dos pulgadas puede resultar una situación incómoda, pero un porta retratos digital es capaz de resolver este problema cuando no hay un gran TV u ordenador cercano.

Estas cosas no pueden faltar en el equipaje de un fotógrafo que se precie de tal. La previsión siempre hará que puedas salir airoso de situaciones que a cualquier otro dejaría fuera. Si crees que faltó algún otro accesorio “esencial”, te invitamos a sumar tus preferidos a la lista que seguramente tú y tus experiencias (*) sabrán completar. 

(*) Las veces que te quedaste con las ganas de sacar más fotografías.

Escrito por Mario

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