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España al asalto científico de Marte

La fascinación que produce el planeta rojo llega hasta las fronteras de nuestro país. En otoño se pretende enviar una estación meteorológica española de alto nivel hasta la superficie de Marte para que tome datos del clima y los transmita a la Tierra durante casi dos años. Para ello, contará con la inestimable colaboración de la NASA que integrará este equipamiento en su robot móvil bautizado como Curiosity, y que será enviado a nuestro vecino planeta dentro de unos meses. La estación meteorológica ha sido diseñada íntegramente en España y se espera de ella que cumpla las enormes expectativas depositadas en su avanzada tecnología.

Llegar a Marte no es cuestión sencilla. Pocos países son los que pueden acceder a la tecnología y costes que genera un viaje espacial de este alcance. La NASA, en su condición de organización privilegiada, tiene previsto enviar una misión llamada Mars Science Laboratory (MSL), que tiene como principal objetivo caracterizar química y meteorológicamente la zona de aterrizaje, tanto en la actualidad como en tiempos pretéritos, para suministrar datos que permitan realizar futuras misiones tripuladas al planeta rojo.

El robot estrella del proyecto, del tamaño de un coche, se llama Curiosity y será el mayor vehículo que jamás se ha posado en Marte. Una batería nuclear y seis ruedas adaptables le permitirán moverse por la superficie marciana, sortear obstáculos de hasta 70 centímetros de alto, tomar fotos de gran resolución y levantar rocas para vaporizarlas con un láser, entre otras cosas. Este magnífico vehículo portará una antena muy especial, dedicada al estudio del clima, que ha sido diseñada y construída por un grupo español de 40 científicos, capitaneado por Javier Gómez-Elvira, director del Centro de Astrobiología (centro mixto del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y el CSIC) e investigador principal del proyecto. Será el primer instrumento español que viajará a Marte.

El instrumento se ha dado en llamar REMS (siglas en inglés de Estación de Monitorización Medioambiental del Rover) y se encargará de medir la velocidad y dirección del viento, la presión atmosférica, la humedad, la temperatura del aire y del suelo y la radiación ultravioleta. Durante los 23 meses que durará la misión, el sistema tomará datos cada hora, con una duración de 5 minutos y llevará el registro continuo para integrar un cuadro de medidas del tiempo que nunca había sido realizado antes. Disponer de esta información es vital para conocer en profundidad el clima que soporta la superficie de Marte a fin de estudiar la posibilidad de permanencia de una futura tripulación humana. Hasta ahora, la mayoría de mediciones sobre el tiempo marciano proceden de observaciones indirectas tomadas desde satélites en órbita, pero no desde el nivel del suelo. Y las pocas que existen de las sondas Viking fueron tomadas en momentos puntuales.

Para diseñar el REMS los científicos españoles han tenido en cuenta las tremendas variaciones de temperatura que sufre el planeta rojo. Las oscilaciones entre los 150º bajo cero de las noches más frías hasta los 30º sobre cero de los días más cálidos pueden acabar con el instrumental y dejarlo fuera de servicio. Sobre todo teniendo en cuenta que las sondas deben trabajar justo en las peores condiciones sin poder protegerse del frio. También había que tener en cuenta el peso, pues según especificaciones de la NASA, no podía superar los 1.3 kilogramos, obligando al equipo de expertos a elegir los materiales de construcción con mucho cuidado. En otoño podremos comprobar cómo funciona esta estación meteorológica española cuando se enfrente a la severa climatología del planeta vecino. Les deseamos que los fríos le sean propicios.

Escrito por imported_Kir

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