La ministra de cultura más famosa (por odiada) de Internet ha conseguido esquivar la incómoda denuncia presentada por la Asociación de Internautas. La Organización alegaba incompatibilidad en el cargo pues la máxima responsable del ministerio de cultura es parte de una trama empresarial relacionada con el cine, sin embargo, la Oficina de Conflicto de Intereses ha archivado la causa porque afirma que no existe ningún delito y trata la denuncia de improcedente. Considerando que éste órgano pertenece al gobierno lo que nos habría sorprendido sería la admisión a trámite de la causa. La AI va a llevar el caso hasta los tribunales para que sea un juez quien determine si existe o no delito.
El resultado de las “investigaciones” de la Oficina de Conflicto de Intereses no podía ser otro que el archivo de la denuncia presentada en Junio por el Presidente de la Asociación de Internautas contra la ministra de cultura por conflicto de intereses en cargo público. Tras el análisis de los hechos y de los preceptos aplicables, la Oficina de Conflicto de Intereses ha acordado "declarar improcedente el inicio de actuaciones previas al procedimiento sancionador y proceder al archivo de la denuncia", dice el texto de la resolución. Esto no ha sorprendido en absoluto a Víctor Domingo (ni a nadie), presidente de la AI, que ya tenía previsto que una entidad que pertenece a otro ministerio no fuera a admitir una denuncia que afecta a un miembro del gobierno. Como apunta un comunicado de la AI “dicha Oficina no es un órgano independiente, es un órgano gubernativo que esta integrado en la propia Presidencia del Gobierno, y lógicamente no puede resolver en contra de los intereses no solo del Gobierno, sino del propio Presidente, ya que la Ministra acababa de ser nombrada y eso supondría admitir un error del propio Zapatero”.
No obstante y aún sabiendo el resultado de este procedimiento, la AI decidió seguir con la denuncia por un doble objetivo: “dar a conocer a la opinión publica la irregularidad cometida y para dar una oportunidad a la Ética, y al otrora tan invocado y jaleado Código de las buenas practicas”. La AI va a seguir con la denuncia por vía penal, pero son conscientes de que el recurso contencioso-administrativo tarda dos o tres años en dictar resolución y seguramente para entonces la ministra habrá abandonado su cargo y se encontrará realizando películas con el dinero acumulado de sus propias subvenciones.
Como dato nada sorprendente hay que resaltar que González-Sinde es la ministra menos querida del gobierno. Los ciudadanos ponen la peor nota a la ministra de Cultura, según el barómetro del CIS, un 3,41 sobre 10. Después de sus agresivas campañas contra Internet y de su claro interés económico con el mundo artístico, la gente no quiere saber nada de esta dirigente pública que posee empresas relacionadas con cine y a las cuáles ha otorgado subvenciones de considerable monto dinerario. Tan descarada es la trama que la revelación de un periódico que publicó que Sinde figuraba como administradora única de Alcalá Producciones S.L. hizo reaccionar a la ministra y ha dejado de aparecer como administradora de la empresa, siendo sustituida a toda prisa por una tal Susana Sánchez Núñez. Y la firma pasó de estar domiciliada en Madrid a estar domiciliada en Altea (Alicante).
Pero por mucho que pretenda escapar, el cambio de nombre de la administradora única no extingue la presunta incompatibilidad de la ministra por dos razones: en primer lugar, porque la Ley 5/2006 de 10 de abril, se refiere a los intereses que hubiera tenido el cargo público "hasta dos años antes a su toma de posesión" a tenor de lo declarado el artículo 7. Y en segundo lugar, porque sigue figurando en la empresa, un familiar directo de la ministra, su hermano José María González-Sinde, que aparece como apoderado de Alcalá Producciones S.L, según consta en el Registro Mercantil. Tan torpe fue que no tuvo ni la precaución de eliminar su nombre de la empresa hasta que se hizo pública la información.
Me imagino a la ministra corriendo por los pasillos, bolso en ristre y tacones lejanos, echándose las manos a la cabeza y maldiciendo el despiste en actitud teatral. Tranquila, Mari Ángeles, que este guión, por ahora, lo tienes controlado pero ya veremos quién aparece en los títulos de crédito. Quizá se te cuele algún juez del Supremo como estrella invitada de última hora.
