El overclocking es un excelente recurso para extraer rendimiento de nuestro hardware. Si contamos con la refrigeración adecuada y dedicamos el tiempo suficiente a hacer pruebas de estrés, los resultados serán muy positivos sin arriesgar los componentes. La alternativa… es ir en la otra dirección. Al aplicar una combinación de undervolting y underclocking, el hardware funcionará a temperaturas más bajas, habrá menos ruido, y potencialmente durará un tiempo mucho más largo.
Los últimos procesadores Kaby Lake y Coffee Lake de Intel bajo la serie K han demostrado una capacidad de overclocking verdaderamente impresionante, pero existe un detalle, y es que el gigante de Santa Clara no hizo bien la tarea en lo que se refiere a refrigeración. Los dos modelos superiores, Core i7-7700K y Core i7-8700K, funcionan con temperaturas muy agresivas, derivadas de una solución térmica deficiente bajo el disipador (con esto me refiero a la placa metálica que viene pegada en el procesador). En varios casos, cualquier intento de overclocking lleva al denominado «throttling térmico», y en vez de ganar rendimiento, se pierde. No son pocos los usuarios que decidieron redoblar la apuesta y corregir ese inconveniente por su cuenta. La técnica se llama «delidding», que consiste en retirar el disipador usando una herramienta especial (o manos muy firmes y entrepierna de acero), limpiar la pasta térmica de fábrica, colocar una interfaz más avanzada (el metal líquido es muy popular) y reinstalar el disipador. YouTube posee docenas de guías al respecto, y es una de las formas más rápidas de perder la garantía en el procesador… pero funciona.
Sí, es una manera muy riesgosa de bajar la temperatura de un procesador en sesiones de overclocking, y desde un punto de vista práctico sólo se aplica a los chips Intel de serie K, sin embargo, esto nos da una idea de los extremos a los que llegan algunos usuarios para mantener al señor Celsius a raya. La reacción de Intel ante las quejas siempre fue la misma: «Si tienen problemas de temperatura no hagan overclocking, el modo Turbo se encarga de eso», lo cual genera sentimientos automáticos de violencia en cualquier persona que paga 400 dólares por un procesador. ¿Pero qué pasa cuando el overclocking no está en los planes? ¿Qué podemos hacer para bajar temperaturas y reducir el ruido de los ventiladores sin invertir más dinero?
La respuesta se divide en undervolting y underclocking, o sea, disminuir el voltaje utilizado por el CPU, y bajar su frecuencia. Cualquiera podría pensar que es un desperdicio comprar componentes y no usarlos a su máxima potencia, pero si el hardware fuera algo tan sencillo y lineal, no sería necesario escribir este artículo. Hay demasiados detalles a considerar, desde la pasta térmica hasta la temperatura ambiente, y un simple ajuste de voltaje/frecuencia podría ser la diferencia entre un ordenador relativamente silencioso trabajando a carga completa, y otro gritando como una banshee. Además de reducir el calor y el ruido, este combo presenta las ventajas de mayor estabilidad, y una duración extendida de la batería. El undervolting y el underclocking son muy recomendados en ordenadores portátiles. Ahora, la pregunta es: ¿Acaso Intel SpeedStep y AMD Cool’n’Quiet o PowerNow! no hacen ambas cosas a la vez? Sí, pero en general se activan cuando el ordenador no tiene carga y permanece en espera. Lo que queremos es obtener beneficios similares en todo momento. Dicho eso, ¿por dónde comenzamos?
Por el BIOS, naturalmente. Un amplio número de placas base ofrecen opciones para controlar aspectos como el multiplicador del CPU, su voltaje, y el voltaje de la memoria RAM. Ciertos ordenadores prefabricados (HP, Dell, etc.) vienen con un BIOS bloqueado y sin parámetros avanzados, pero si el día de mañana decides cambiar hardware, este texto te servirá. El underclocking es muy sencillo: Entra al BIOS y baja el multiplicador. Si el procesador cuenta con un multiplicador fijo, entonces puedes tratar de reducir su frecuencia base. Un chip de 100 MHz x 35 produce 3.5 GHz, pero si pasa a ser de 92 MHz x 35, estará apenas por arriba de los 3.2 GHz. En teoría, el underclocking no requiere ninguna clase de prueba de estrés, porque sólo bajamos la velocidad del CPU, sin embargo, nunca está de más abrir un juego o hacer una sesión de Prime95 para comprobar que todo haya salido bien.
En cambio, el undervolting complica un poco más las cosas. Algunas placas base habilitan dos métodos de manipulación en el voltaje: Podemos establecer un valor directo, o jugar con el llamado offset. Dependiendo de lo que haya decidido el fabricante, hay offsets positivos y negativos, o solamente positivos. Un caso de offset positivo es el de mi placa base, y la única forma de reducir el voltaje en el CPU es a través de AMD OverDrive, que ya tiene un par de años sobre los hombros. ¿Qué tan bajo puede ser? La clave es «prueba y error». Tal vez la lotería del silicio te permita alcanzar voltajes muy inferiores a los de fábrica sin comprometer la estabilidad, pero el proceso clásico es «bajar hasta que se cuelgue». Si sólo haces undervolting, obtendrás un resultado. Si haces underclocking al mismo tiempo, alcanzarás voltajes aún menores. Tomará tiempo encontrar el voltaje exacto. En lo personal diré que creí haber descubierto el número ideal en mi procesador, sólo para entrar al nuevo Doom y experimentar un cuelgue a las dos horas de juego. Es un trabajo en progreso.
¿Y qué sucede con las tarjetas gráficas? Lo cierto es que también son compatibles con underclocking y undervolting. De hecho, los mineros de criptomonedas han recorrido ambos territorios para obtener la mayor eficiencia de su hardware, pero debemos adoptar otras herramientas, ya que no podemos «ingresar» al BIOS como en el caso de una placa base. La solución llega a través de herramientas externas al estilo de MSI Afterburner, que nos ayuda a editar la «curva de voltaje». El vídeo del canal «Bob of All Trades» (más abajo) lo explica de maravillas, pero básicamente lo que queremos es configurar una frecuencia fija con el voltaje más bajo posible, y luego transformar a la curva en una línea recta. Se necesita mucha experimentación aquí. Si el voltaje es demasiado bajo, Windows y los juegos te lo harán saber.
Bueno, creo que es más que suficiente para arrancar. Los beneficios en temperatura, ruido y estabilidad están allí, sólo debemos buscarlos con paciencia y determinación. Aunque parezca mentira, hay casos en los que el undervolting puede efectivamente aumentar el rendimiento, porque el componente trabaja más cómodo y no entra en throttling térmico tan seguido. No dejes de explorar. ¡Buena suerte!
Por la BIOS NO! hay programas para ello que ahorran posibles fallos.
Hay algún riesgo si hago por ejemplo undervolt y overclock a mi gpu al mismo tiempo?
Ya que sin variar el voltaje a mas de 912 mv me da frecuencias de +200 y un aumento en la frecuencia de la Vram de un +900 siendo perfectamente estable y con unas temperaturas máximas de 74 grados en largos test de estrés.
Al ver estas mejoras tan bestias he pensado que igual mi gpu , (una 1660 oc) corria algún peligro.
Gracias por tu post, verdaderamente útil e informativo.