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Honda: Control mental de robots (ASIMO)

De interfaces para controlar cosas con el pensamiento hemos hablado mucho en NeoTeo. Que sillas de ruedas, que armas, que juguetes y videojuegos y hasta monos con brazos robóticos. La frase “la realidad supera la ficción” ya no se aplica al presente, desde hace mucho que la telequinesis tecnológica (por llamarla de alguna forma) es una realidad palpable. Por eso, que Honda haya inventado un sistema para controlar robots con el pensamiento no nos sorprende tanto como debería. Sí, la tecnología nos ha “robado” nuestra ingenuidad, pero nos ha regalado un mundo de nuevas oportunidades.

No soy muy amante del anime, pero debo confesar que los guionistas orientales eran verdaderos futurólogos. Manejar un robot gigante con el pensamiento, al estilo Neon Genesis Evangelion, pronto podría ser una realidad. Al menos la parte de manejar, porque para lo del robot gigante todavía falta (¿o no?). Desde ordenadores hasta armas, el control mental de ingenios tecnológicos es una realidad. Y si algo faltaba, luego de que un mono pudiera mover un brazo robótico con el pensamiento, eran los robots. Pero robots de en serio, no los juguetitos de Neurosky. Robots como ASIMO, de Honda.

El sistema, en un derroche de imaginación, lleva el nombre Brain Machine Interface (BMI) y, como habrás visto en el vídeo, no solo sirve para controlar un ejército de robots ASIMO. También sirve en caso de poseer una casa domótica. Piensas “hace calor” y el sistema bajará la temperatura del aire acondicionado, piensas “ábrete sésamo” y la puerta se abre. Piensas “tengo hambre” y BMI ordena a Asimo que te prepare un emparedado, entre todas las cosas imaginables (e inimaginables).

El proyecto Brain Machine Interface funciona, como te lo imaginas, midiendo la actividad eléctrica del cerebro (electroencefalografía) y el flujo de la sangre en el cerebro (espectroscopia) de una persona.  En el vídeo se puede ver el funcionamiento del BMI, y de cómo fue evolucionando con los años, para convertirse en lo que es hoy: una máquina gigante para secar el cabello .

El movimiento del robot, como también se puede observar en el vídeo, está dado por cuatro tarjetas: Mano Derecha, Mano Izquierda, Pies y Lengua. Cuando esas tarjetas se muestran al usuario, éste debe visualizarlas en su cabeza para que Asimo haga el movimiento correspondiente. Y sí, hay un lag terrible entre el pensamiento y Asimo, pero así son las cosas por el momento. El proyecto BMI todavía tiene un largo trecho por delante, pero Honda asegura un 90% de éxito en la interpretación de los pensamientos. Nada mal, ¿eh?

En el futuro, esta interfaz no solo será usada en domótica y con los robots confinados en tu hogar. Si tienes que ir al mercado, te llevas al Asimo y le ordenas que te lleve las bolsas. O, mucho mejor, en vez de hacer la fila del banco, dejas al robot y te vas a tomar un café. Total, los robots no se aburren.

La telequinesis tecnológica, unida a la telepatía y a los implantes cerebrales, en un futuro no muy lejano van a transformar a la raza humana. Imposible decir hoy si será para bien o para mal, pero es indudable que nuestra evolución ya dejó de estar en manos de la naturaleza. Borgs, cylons, replicantes, llamémoslos como quieras, pero que ya no pertenecen al plano de la ciencia ficción es tan cierto como que hay polillas y mariposas cyborgs revoloteando en algún laboratorio, allí afuera.

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