Los programas de animación son caros y difíciles de usar. Aquí hay una opción más económica, que presenta una curva de aprendizaje más delicada para aquellos que deseen aprender los trucos del animador. De todas formas, iClone no solo es para principiantes, ya que presenta una gran variedad de opciones que pueden encontrar útiles hasta los que viven de la animación.
Animar no es fácil. No es fácil porque no solo hay que tener idea de lo que se está haciendo, sino saber dominar la herramienta con que se hace. Pero algunos programas buscan facilitar ese trabajo y uno de ellos es iClone (los abogados de Apple tal vez deberían visitar a esta gente). iClone busca facilitar el trabajo del animador y, aún más importante, darle a los jóvenes animadores una plataforma donde sea fácil empezar.
La interfaz, aunque en un principio puede ser un poco intimidante, es bastante simple para un programa con tantas posibilidades. La parte superior esta divida en tres partes: la primera permite navegar entre las diferentes secciones que conforman la película, ya sea el proyecto en el que estás trabajando, el escenario, el set, los actores, las animaciones, etc. La segunda parte es el típico menú de herramientas para empezar nuevos proyectos, salvar el actual o cargar uno ya hecho. Y el tercer menú es el control de la cámara y las herramientas para interactuar con los objetos, para mover de lugar un personaje, cambiar el tamaño o rotar los elementos presentes en la escena.
Luego presenta dos menús, uno a la izquierda y otro a la derecha. El primero sirve como un explorador para encontrar rápidamente objetos, personajes, escenarios y demás. En este también se listan aquellos que están presentes en la escena. El menú de la derecha se utiliza para editar la apariencia de los objetos y es sensitivo al contexto. Es decir, que si estamos sobre un actor podremos editar la apariencia específica de esa persona, desde el tamaño de su cuerpo hasta el de sus dedos. Lo mismo sucede para el resto de los objetos.
Como dijimos la interfaz es intuitiva y simple. Además hay una cantidad variada de opciones que permiten editar casi todo lo que vemos en la pantalla. Una vez situado todo en su lugar puedes grabar voces para luego utilizar el sincronizado de labios automático y agregar animaciones y expresiones faciales. Luego pasas del modo “Edición” al modo “Director”. Aquí puedes mover la cámara por donde desees y capturar las imágenes desde cualquier ángulo. También, si tienes una buena tarjeta gráfica puedes agregar todo tipo de efectos desde niebla, fuego y humo, hasta distintas iluminaciones y profundidad de campo, entre otros.
iClone trae una gran cantidad de objetos y actores predeterminados, pero también puedes hacer tus propias creaciones. Como si eso no fuese suficiente hay una enorme cantidad de contenido generado por usuarios para descargar gratuitamente e importar directamente al programa. También, Reallusion (compañía desarrolladora) tiene un acuerdo con Google para encontrar fácilmente más de 200,000 personajes 3D para descargar.
Con iClone puedes hacer películas animadas realistas por un bajo costo comprando cualquiera de sus dos versiones: la Estándar (€62.15) y la versión de Pro (€155.05). En caso de que te interese, puedes descargar la versión de prueba de su sitio oficial.
En definitiva, iClone es una herramienta económica perfecta para dar los primeros pasos en el mundo de la animación, y también para aquellos que se dedican tiempo completo. Posee una gran variedad de opciones y modelos predeterminados, pero además te permite hacer tus propias creaciones, agregar efectos de una enorme lista y hacer películas casi sin límites.
