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La primera bicicleta voladora (vídeo)

La idea de una bicicleta voladora es mucho más antigua de lo que parece. Una simple búsqueda por la Web te permitirá ver imágenes de bicicletas con alas precarias, y la esperanza de que el piloto lograra propulsar la “nave” con su propia fuerza. Hace aproximadamente un año hablamos de la Hoverbike, que lo tiene casi todo para convertirse en una motocicleta voladora, pero en esta oportunidad, un proyecto proveniente de la República Checa nos muestra, al menos virtualmente, cómo será la primera bicicleta voladora sobre la que están trabajando tres empresas de ese país.

No se trata solamente de cumplir un sueño. Se trata de un instinto básico de superación que no puede ser suprimido, de querer ir más rápido y más alto. Es probable que en su momento hayan considerado ridículos a aquellos que trataban de colocarle alas a una bicicleta, pero si el deseo está sincronizado con la evolución tecnológica, cualquier cosa puede pasar. Coches, motos, bicicletas… instalaríamos alas a un barco en lo posible, aún si ya tenemos aviones que pueden amarar. Hoy la humanidad es mucho más conservadora, calculando costos constantemente. Por eso es que, a pesar de que la primera impresión sea la de “improvisación” (los vídeos no son muy elaborados que digamos), debemos mirar a este proyecto que están llevando a cabo tres empresas checas, Duratec (biclcietas de montaña), Evektor (diseño y fabricación de aeronaves) y Technodat (diseño por ordenador y producción), porque en 2012, quieren hacer una bicicleta voladora.

¿Qué podemos agregar sobre esta bicicleta? Lo cierto es que no mucho, ya que la presentación hasta ahora está reducida a un modelo virtual que nos da una idea de sus capacidades. Un total de seis rotores (dos de ellos de marcha contraria) se encargan de entregar propulsión y dirección, sus dimensiones son de 3.5 por 2.5 por 1.2 metros, tiene un peso estimado de 85 kilogramos (eso sin piloto), y su capacidad máxima reportada es de 170 kilogramos. Su batería de iones de litio (polímero o LiPo) cuenta con una carga de cincuenta amperios/hora, y la bicicleta puede alcanzar una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora. Aún así, sus desarrolladores reconocen algunas limitaciones. Su altura máxima no superará los cinco metros, y la autonomía de vuelo será de entre tres y cinco minutos, apenas un corto paseo por los aires.

El prototipo dejará su fase virtual para convertirse en un vehículo real cuando sea presentado en la Feria Internacional de Ingeniería en los primeros días de septiembre. De momento no tendrá una aplicación comercial (por lo que no será puesto a la venta), sino que el objetivo detrás del proyecto es la oportunidad para cada una de las empresas involucradas de pulir sus conocimientos y la aplicación de la tecnología disponible en un entorno de cooperación. Aún si el concepto no va más allá del prototipo y un par de vuelos en entornos controlados, van a tener la posibilidad (y el lujo) de decir que hicieron una bicicleta voladora.

Escrito por Lisandro Pardo

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