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La razón por la que no debes orinar en la piscina

El cloro no funciona como tú crees…

orinar en la piscina

El cuerpo humano es una maravillosa maquinaria, y sólo basta con saber lo que le sucede en apenas un minuto para confirmar la complejidad de su diseño, pero eso también significa que se puede romper con facilidad, incluso haciendo algo tan simple como entrar a una piscina pública. Si vas a una de estas piscinas y sientes que el olor a cloro te invade, recomendamos que salgas de inmediato. ¿Por qué? En primer lugar, los visitantes previos decidieron orinar en la piscina, y en segundo lugar, podrías terminar enfermo

El propio Michael Phelps, híbrido entre delfín y humano con dos millones de medallas doradas colgadas al cuello, dijo en su momento (agosto de 2012) que «todos orinan en la piscina», algo que su colega Ryan Lochte también admitió. El problema es que Phelps trató de minimizar el hecho al agregar que «el cloro mata la orina, por lo que no es tan malo». Bueno… lo lamento por este torpedo-leyenda viviente de la natación, pero el cloro no trabaja de esa manera. Cuando alguien visita una piscina pública, lo último que debe esperar es el asalto de un olor químico, al que la mayoría asocia como «cloro». En realidad, lo que estamos oliendo es… algo peor.

De acuerdo con Michele Hlavsa, jefa del programa «Natación Saludable» de la CDC estadounidense, una piscina «limpia» no tiene ningún olor químico, y si ese olor existe, se debe a la presencia de cloraminas. Las cloraminas surgen a través de la reacción entre determinados agentes de limpieza (con el cloro al tope de la lista) y el material orgánico dentro de la piscina, una descripción que va más allá de la orina. Sudor, aceites naturales del cuerpo, cabellos, saliva, restos de comida, e incluso partículas de excremento disparan la reacción. Las cloraminas causan irritación en la piel, los ojos y los pulmones, pero eso no es todo: A mayor cantidad de material orgánico en una piscina, menor disponibilidad de cloro libre, y ese cloro es el encargado de matar virus, bacterias y parásitos.

Se calcula un promedio de 75 litros de orina en una piscina olímpica. Ugh.

Aún hay más: La muerte de los patógenos no es inmediata. Tanto E.Coli como Hepatitis A pueden ser destruidos usando cloro en menos de 20 minutos, pero el parásito Cryptosporidium, causante de la criptosporidiosis diarreica (con diarreas que duran hasta tres semanas), resiste más de diez días en agua tratada con cloro. En resumen: Si estás enfermo o lo has estado en las últimas dos semanas, no te arrojes a la piscina ni siquiera para escapar de una granada (Spoiler: No es buena idea). Antes de entrar, siempre toma una ducha, y por lo que más quieras, no orines en la piscina. Es asqueroso, enfermas a los demás, y potencialmente a ti mismo.

Escrito por Lisandro Pardo

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