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Linux 2.6.30 listo para descargar

Un nuevo kernel ha salido a la luz, y junto con él han llegado varias mejoras que cubren diferentes aspectos de Linux. Desde sistemas de archivos más eficientes a un nuevo protocolo para redes inalámbricas, pasando por nuevos sistemas para redes, compresión del kernel y por supuesto, correcciones de bugs que fueron detectados en la versión anterior. Usualmente pasa un tiempo antes de que una distro adopte de forma completa a un nuevo kernel, pero aquellos jinetes experimentados a la hora de compilar pueden adelantarse y comprobar de primera mano cómo funciona el nuevo kernel de Linux.

Entre las inclusiones más importantes que están presentes en este kernel se puede destacar al sistema de archivos NILFS2, creado por la Nippon Telegraph and Telephone Corporation. Este sistema de archivos trabaja con una estructura llamada "de bloques" o "log-structured" para quienes prefieran el término en inglés. Bajo este sistema de archivo, un disco se convierte en algo lineal, y todas las operaciones son secuenciales, evitando sobreescrituras innecesarias. Esto hace que un disco opere de forma más rápida y eficiente. Otro sistema de archivos incorporado al kernel es el POHMELFS, al que se lo ve como un posible reemplazo al sistema de archivos para redes NFS.

En otros aspectos, la gente de Atheros, a quien conocemos por sus chips inalámbricos han aportado al kernel el protocolo IEEE 802.11w, una extensión del actual estándar 802.11 para mejorar la seguridad de sus marcos de administración (para impedir interrupciones de la red por parte de sistemas maliciosos). El soporte es preliminar, ya que el protocolo todavía no está aprobado, pero el que ya exista entrega cierto pensamiento a futuro para la protección de redes inalámbricas bajo Linux. También hay mejoras en cuanto a la compresión del kernel. Usualmente el kernel utiliza GZIP para las tareas de compresión, pero ahora se han agregado los algoritmos BZIP2 y LZMA, reduciendo su tamaño en un 10 por ciento adicional con BZIP2, y más del 30 por ciento con LZMA.

Otra contribución importante viene de la mano de Intel, y está relacionada con los tiempos de inicio. El proceso de inicio de un kernel puede verse demorado en reiteradas ocasiones porque trabaja de manera sincrónica, o sea, no puede empezar una nueva tarea sin haber terminado la anterior. Uno de los puntos más lentos durante el inicio es la detección de medios de almacenamiento y sus particiones. El kernel debe esperar a que se reporten, lo cual prolonga más la demora. Con este nuevo kernel, las funciones de llamado son asincrónicas, por lo que el kernel puede seguir cargándose mientras los dispositivos se inician a su propio tiempo. Esto puede parecer demasiado técnico para algunos, pero todo se traduce en distros más elaboradas y con mayor compatibilidad. Además, esto demuestra la capacidad del código abierto de unir a gigantes del hardware como Intel, Atheros e IBM para mejorar las capacidades del kernel. Esperamos verlo pronto en alguna distro de forma oficial (¿Tal vez el próximo Ubuntu?), pero como dijimos antes, si lo quieres, sabes dónde encontrarlo.

Escrito por Lisandro Pardo

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