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Looking Glass: Un escritorio en 3D

Una de las cosas con la que más se experimenta en el mundo informático, es con la interfaz gráfica de un sistema operativo. Desde simples skins para cambiar la apariencia hasta las más radicales modificaciones, los desarrolladores nunca se han detenido en el intento de encontrar algo diferente para aplicar a nuestros escritorios. En esta ocasión, nos topamos con un proyecto que convierte un escritorio en una completa experiencia 3D. Veamos cómo funciona.

Cuando Microsoft convirtió la pantalla negra y fría del DOS en las amigables ventanas de Windows, algo cambió. Lo mismo sucedió cuando Apple presentó un teléfono que no tenía teclas. Los cambios no son solamente físicos, sino que también existe un cambio de concepto. Al ver el escritorio de un sistema operativo, automáticamente lo asociamos con una imagen bidimensional con un montón de iconos encima. ¿Pero qué tal si eso a lo que estamos tan acostumbrados a ver, de repente se manifestara en tres dimensiones? Esta es la idea que intenta presentar el proyecto conocido como Looking Glass, una interface gráfica multiplataforma que genera entornos operativos en tres dimensiones.

Con el apoyo de Sun Microsystems, Looking Glass está enteramente escrito en lenguaje Java, usando el sistema conocido como Java 3D que le permite estar disponible para más de un sistema operativo. Está claro que Looking Glass intenta ser lo más intuitivo posible, permitiéndole al usuario mover las ventanas no solo como lo suele hacer en casos normales, sino que también las puede rotar y girar hacia donde desee, además de tener la posibilidad de escribir en el reverso de cada ventana, como si se tratara de una especie de anotador. Otro detalle importante es que el fondo del escritorio puede ser rotado de manera virtual, como si uno estuviera girando para ver a su alrededor.

Como mencionamos antes, Looking Glass está disponible tanto para Windows como para Linux, y también posee un Live CD, en caso de que quieras probarlo. Después de ver tantas imágenes y de leer un poco al respecto, decidimos darle una probada, para despejar algunas dudas.

Como primera nota, tanto la versión de Linux como la de Windows tienen unos requerimientos de hardware significativos. Necesita como mínimo un procesador de 1.4 Ghz o mayor, y a partir de 512MB de RAM, sin mencionar la tarjeta de vídeo más poderosa con la que se puedan hacer a la mano (más allá de que el sitio diga que sólo necesitas una tarjeta de 32 MB de memoria). Esto nos hizo recordar por un instante a los requerimientos de Windows Vista para poder usarlo con Aero activado, por lo que dudamos que Looking Glass esté muy optimizado para el hardware en general, al menos de momento.

Quisimos instalar la versión para Windows, usando a una portátil Pentium M que superaba los requerimientos mínimos de sistema. Sin embargo, no pudimos hacerlo funcionar, probablemente porque no es compatible con Windows Vista. La página menciona que sólo se ha probado bajo Windows XP y Windows 2000, así que abandonamos la idea de ejecutarlo bajo Vista. Entonces, nos volcamos al Live CD.

El siguiente inconveniente surgió cuando el Live CD, después de ejecutarse pacientemente, nos informó que la tarjeta de vídeo de la portátil no había sido detectada. Esto nos llamó mucho la atención, ya que el chipset 915 de Intel estaba reportado como compatible, pero el Live CD no pudo detectar a su hermano móvil. Aún así, el entorno se ejecutó, y pudimos sacar un par de conclusiones. Una verdad absoluta es que le falta muchísimo trabajo por delante. El puntero es increíblemente difícil de ver en algunos puntos, y los controles del ratón no son tan precisos como uno quisiera, volviéndose un poco incómodo maniobrar con algunas ventanas.

El segundo punto, tal vez el más importante, es el rendimiento. Puede que seamos un poco duros aquí, pero eso no cambia el hecho de que Looking Glass es lento, y con la adición de aplicar efectos de transparencia, las cosas pueden ponerse más pesadas aún. Looking Glass tenía integradas una versión de Firefox, y otra de AbiWord, entregando un entorno mínimo de trabajo. Ambos programas funcionaban a la perfección, pero la lentitud de la interfaz volvía las cosas bastante complicadas.

Por más críticas que podamos hacer, no hay que olvidar que Looking Glass es un software en estado beta. Si hay algo más que complica este hecho, es que no ha recibido una actualización completa en casi dos años, por lo que hay muchísimas optimizaciones por hacer, tanto a nivel software como a nivel hardware. Hasta entonces, no lo recomendamos para otra cosa más que un uso experimental. ¡Buena suerte!

Escrito por Lisandro Pardo

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