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Los estegosaurios sobrevivieron al Jurásico

Espectacular hallazgo en España que desmonta por completo la teoría de que los estegosaurios se habían extinguido antes de que comenzase el Cretácico. Los datos encontrados en un yacimiento de Soria, permiten ubicar al estegosaurio en una época que se le creía ya desaparecido. Es la primera vez que se encuentran fósiles de esta especie en España, dato que hace aún más importante el descubrimiento.

Los científicos querían enterrar a los estegosaurios antes de tiempo. Pero un equipo de paleontólogos, dependiente de la Universidad de Zaragoza, ha encontrado en el yacimiento de icnitas de Valloria, Soria, la única huella fósil de un estegosaurio cuya datación ha sido fechada en 140 millones de años. Esto coloca al animal en una posición nueva, puesto que actualmente se lo consideraba extinto en el Jurásico y se tenía la certeza de que no había conseguido alcanzar el Cretácico. Sin embargo, el descubrimiento de los científicos españoles pulveriza la vieja teoría y demuestra que los estegosaurios sobrevivieron al Jurásico y campaban a sus anchas en los principios de la era siguiente.

Hace tres meses que los científicos encontraron los fósiles, pero no ha sido hasta ahora que el equipo de investigadores ha determinado a qué animal pertenecía la huella encontrada en el yacimiento de Soria. El mérito del hallazgo hay que atribuírselo al equipo de arqueólogos que dirigen Carlos Pascual y Nieves Hernández, dentro de los trabajos de investigación que están realizando en el yacimiento de Valloria.

Los estegosaurios tenían una longitud de hasta 9 metros y un peso de 2 toneladas. El cuerpo, sostenido de forma obligada por cuatro patas acabadas en pezuñas, se estrechaba y achicaba hacia delante, hasta terminar en una minúscula cabeza alargada dotada de un pico débil y dientes pequeños de escasa capacidad masticatoria. Ya en el siglo XIX se convirtió en el paradigma del dinosaurio estúpido, debido a que su cerebro era poco más grande que una nuez. Las características más notables de este animal son sus cuatro púas de hasta 60 centímetros en la cola y, sobre todo, la hilera de anchas placas que coronaban su espalda.

Su posición ha sido muy discutida en tiempos pasados, llegando a sugerirse que se distribuían paralelas sobre el lomo o incluso pegadas al cuerpo a modo de armadura. No obstante, los conocimientos actuales permiten asegurar que se distribuían en dos filas sobre el lomo, de forma alterna y en posición vertical. Su papel defensivo era despreciable debido a su escaso grosor y fuerte vascularización, así que probablemente tenían un papel más disuasorio que otra cosa. En realidad, su arma de defensa la llevaba en la cola, en forma de pesadas y gruesas espinas capaces de reventar a cualquier oponente que le hiciera sentirse amenazado.

A pesar de lo llamativo del propio dinosaurio, lo verdaderamente impactante del descubrimiento radica en el hecho de que obliga a redefinir la teoría actual que afirmaba que los estegosaurios desaparecieron en la época jurásica.  Estos bichos resistieron las penurias de aquella era y lograron vivir en el Cretácico durante bastantes años más de los que se pensaba. Toda una proeza, teniendo en cuenta que muchos de sus “compañeros” se quedaron en el camino. De todos modos, algo debió de ver en España este estegosaurio que le hizo quedarse durante bastante tiempo. A lo mejor fueron los chuletones castellanos, que le hicieron suspirar por nuestra geografía. Ah, no, perdón, que era vegetariano…

Escrito por imported_Kir

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