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Microsoft: “Windows 8 no es como una lata de refresco”

La “filtración” de Windows Blue dio inicio a una bola de nieve, que en plena primavera, amenaza con llevarse por delante todas las expectativas de Microsoft de pasar desapercibidos ante las ambigüedades que produce su más reciente sistema operativo. Mientras todavía se discuten las discrepancias entre las licencias OEM y el nivel de adopción, Windows 8 fue vapuleado mediáticamente, recibiendo hasta comparaciones de su fracaso con casos ejemplares del marketing. Un ejecutivo de Microsoft se enojó y publicó un comunicado en el que explica por qué “Windows 8 no es como una lata de refresco”.

Días tumultuosos para la compañía con residencia en Redmon. El dilema que nos ocupa surgió cuando Windows 8 fue recientemente comparado con la “Nueva Coca-Cola” en un artículo del Financial Times, escrito por Richard Waters. En el mismo, el autor indicaba que la estrategia de Microsoft para revertir algunos de los cambios más significativos en Windows 8 era una de las más prominentes admisiones de fracaso en un producto de consumo masivo. Para completar la condena, Waters dijo que el caso se asemejaba a la de Coca-Cola con su producto “New Coke”, que hace 30 años quería reformular su receta. Como te imaginas, la reacción de los consumidores fue negativa y Coca-Cola decidió volver a su fórmula anterior en menos de 3 meses. Windows, según Waters, lo está haciendo en menos de 7 meses.

Ahí es donde surge la comparación entre Windows 8 y una lata de refresco, cosa que es inconcebible según el ejecutivo de Microsoft, Frank Shaw, que demostró bastante fastidio con el artículo y la referencia al caso Coca-Cola. El vicepresidente de Microsoft para las comunicaciones corporativas se despachó en un post que publicó en su blog indicando que “A diferencia de una lata de refresco, un sistema operativo ofrece experiencias diferentes a clientes diferentes para satisfacer diferentes necesidades, sin dejar de mover toda la industria hacia un futuro emocionante de tacto, portabilidad y experiencias entre distintos dispositivos.”

La carta en forma de publicación digital puso el acento en resaltar que Microsoft escuchó a los clientes y actuó en consecuencia, y que por lo tanto debería haber sido tomado como algo positivo su futuro accionar. Mientras Shaw continuaba en su carta dejando en claro que Windows 8 era un buen producto, aunque perfectible, volvió a reprochar la actitud negativa en relación a la posibilidad de que algunas de las características clásicas vuelvan a estar disponibles en Windows 8 en una nueva optimización, que por ahora parece ser Windows Blue.

“A diferencia de una lata de soda, un sistema operativo ofrece experiencias diferentes a clientes diferentes para satisfacer diferentes necesidades”

Si bien siempre es plausible que una compañía haga auto crítica (por más que sea sin la adecuada promoción auto gestionada), Microsoft insiste en que Windows 8 es un producto, y como tal puede mejorar con el tiempo, reparando los errores con los que se lo creo. El problema es que Microsoft, así como Apple, Blizzard, Hyundai, Coca-Cola y todas las compañías del mundo deben dejar de pensar en los consumidores como beta testers de sus fracasos y comenzar a realizar productos finales de calidad, que estén acordes a los tiempos que vivimos y a los costos que pagamos.

Escrito por Nico Varonas

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