Con cada vez más contenido multimedia flotando en Internet, son más los programas que tratan de integrarse lo mejor posible a la Web, ofreciendo una transición suave de la búsqueda de un vídeo hasta la reproducción en sí. Miro es un reproductor de código abierto que, además de permitir la visualización de vídeos, también ofrece la posibilidad de seguir de cerca a aquellos feeds que publican vídeos de forma periódica, e incluso descargar clips de forma directa desde sitios como YouTube.
Tanto el vídeo como el audio ocupan un lugar primordial en Internet, y ese lugar se irá haciendo cada vez más importante a medida que los internautas creen y compartan una cantidad mayor de contenido. La proliferación de vídeos en la red, ya sean descargados o servidos vía streaming, ha llegado a tal punto que muchos reproductores deben reconsiderar su posición como software estático, y comenzar a ofrecer mayores opciones de integración con la nube. Por supuesto, en muchos casos esto no depende de los programas en sí, sino de la flexibilidad de los servicios y los sitios de vídeos estacionados en la Web. Miro hace un buen trabajo al reducir las distancias entre vídeo almacenado y vídeo en la red. Como cualquier otro reproductor, puede lidiar con contenido local guardado en el disco duro, pero también evita los dolores del streaming descargando los vídeos en vez de reproducirlos unos pocos cuadros por vez.
Su sistema de búsqueda de vídeos también funciona dentro de los sitios más importantes en la red, como es el caso de YouTube y DailyMotion. También tiene soporte para sitios especiales como Hulu a través del cuál podrás mantenerte al tanto de nuevos episodios de tus series favoritas, siempre y cuando de encuentres dentro de los Estados Unidos. Todas son funciones muy interesantes, pero a pesar de esta tercera y mejorada versión, Miro tiene su cuota de problemas. El sistema de descarga de vídeos no funciona del todo bien, ya que en muchos casos nos arrojó un error de "archivo no encontrado", cuando el vídeo podía ser accedido desde la Red sin problemas. También hemos notado algún que otro problema de estabilidad, y aunque ha mejorado su consumo de memoria, Miro 3.0 mostró picos de 130 MB durante la reproducción.
Sus funciones de integración con la red parecen ir por el buen camino, por lo tanto Miro debería concentrarse un poco más en lo referente a optimización y estabilidad. Incluir un sistema de brillo, contraste y filtros tampoco estaría nada mal, teniendo en cuenta que es un reproductor de código abierto, y que podría adoptar una gran cantidad de funciones provenientes de otras aplicaciones open source. Si ya has utilizado a Miro antes, te encontrarás con un reproductor superior, aunque todavía se halla algunos pasos por detrás de sus competidores. Sin embargo, su simplicidad de uso y su estrecha relación con los vídeos colgados de la red lo convierten en una opción muy interesante para tener en cuenta.
