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Prueba PCR: ¿Qué tan cerca del cerebro llega el hisopo del PCR?

Resolviendo una duda fundamental para millones de personas

Prueba PCR

Toda enfermedad requiere un diagnóstico sólido y COVID-19 no es la excepción, pero el recurso principal para detectar la presencia del virus quedó envuelto en controversia. La llamada prueba PCR ha encontrado una importante resistencia debido a la necesidad de introducir un hisopo especial por la nariz para alcanzar la nasofaringe. ¿Cuál es el miedo del público? Que ese hisopo provoque daños en el cerebro. Entonces… ¿qué tan cerca del cerebro llega el hisopo del PCR realmente? El canal del Instituto de Anatomía Humana en YouTube nos da la respuesta.


Prueba PCR: Cómo funciona

PCR proviene de las siglas en inglés para polymerase chain reaction o «Reacción en cadena de la polimerasa». En términos relajados, se trata de una técnica de amplificación: A partir de un segmento pequeño pero muy bien definido de ADN, el material es replicado cientos de miles de veces, creando una cantidad adecuada para su análisis. En el caso específico de COVID-19 leemos con frecuencia la expresión RT-PCR, o PCR con transcriptasa inversa. La diferencia es que su primer paso requiere la retrotranscripción del ARN (el genoma de SARS-CoV-2 está compuesto por ARN) en ADN.

Aquí es cuando interviene el llamado hisopo nasofaríngeo. Varios vídeos disponibles en la Web demuestran que el proceso completo de inserción y extracción promedia los cinco o seis segundos, pero el público siente desconfianza, incluso miedo. «¿Qué pasa si toca mi cerebro con eso?» es apenas una variante entre múltiples preguntas que van en la misma dirección. Por suerte, el canal del Instituto de Anatomía Humana ha decidido explorar en detalle la prueba PCR.


La «fase de inserción» de la prueba PCR

El vídeo comienza con un corte sagital que divide al cuerpo humano en dos mitades. De inmediato podemos ver la ubicación exacta del cerebro, y todo lo que compone la faringe, seguido por la cavidad nasal, el septo que separa a ambas fosas, y uno de los cornetes que humedecen y calientan el aire. Exactamente detrás de la cavidad nasal se ubica la nasofaringe, y allí debe llegar el hisopo.



¿Qué sucede con el cerebro? La respuesta es nada. Si bien el hisopo recorre cierta distancia y provoca molestias, la punta del hisopo queda lejos del cerebro, y a eso debemos sumar toda la estructura ósea que lo protege. De hecho, cuando los especialistas intervienen en la glándula pituitaria, lo hacen a través de los senos esfenoidales perforando hueso. La protección de toda esa zona es notable.


La punta del hisopo, dentro del círculo rojo. Queda muy lejos del cerebro, que además está protegido por hueso.

En resumen…

La prueba PCR no daña el cerebro. Ahora, eso no significa que el procedimiento esté libre de quejas: Muchos adultos terminan con lágrimas en los ojos y un par de insultos atrapados en la garganta, mientras que algunos pequeños demuestran una tolerancia superior. Existen otras alternativas a la prueba PCR, sin embargo, nuestra primera línea de defensa sigue siendo la prevención. Estamos todos muy cansados, pero aún no hemos ganado.


Escrito por Lisandro Pardo

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