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Retroinformática: Commodore Plus/4

En 1984, luego de haber vendido millones de unidades del Commodore 64, la empresa intentó repetir el éxito con un nuevo ordenador llamado Commodore Plus/4. Recibió ese nombre por el paquete de herramientas para oficina que se había incluido en su ROM y que constaba de cuatro aplicaciones indispensables: un procesador de textos, una hoja de cálculo, un gestor de bases de datos y un editor de gráficos. El Plus/4 tenía 64KB de RAM y una potente versión del lenguaje BASIC, pero no pudo superar al mítico C64. Solo tuvo algo de éxito en Europa, y fue un completo fracaso en los Estados Unidos. ¿Que fué lo que hicieron mal?

Hoy te contaremos la historia del Commodore Plus/4, un ordenador que fue concebido para suceder al Commodore 64, del que se habían vendido millones de unidades, y resultó un fracaso estrepitoso. En 1984 Commodore International se había establecido seriamente como un fabricante de ordenadores. Su nombre ya no era sinónimo de “calculadora” sino que refería a la marca del ordenador que millones de usuarios tenían en casa. Pero el tiempo pasa, y en el mundo de la informática se necesita innovar para no perder el mercado que tanto trabajo costó conseguir.

Commodore Plus/4, un ordenador que fue concebido para suceder al Commodore 64.

Esto constituye un verdadero problema que muy pocas veces ha podido ser resuelto correctamente. Por un lado, los usuarios reclaman un producto mejor, más rápido y capaz de hacer todo lo que no pueden hacer con el que tienen en sus manos. Pero también quieren que sea barato, y que todo el software que han escrito en su viejo ordenador pueda correr en el nuevo modelo. Commodore, por ejemplo, dotó a su Commodore 128 con dos microprocesadores justamente para que quienes lo comprasen pudiesen seguir usando todo el material que habían adquirido previamente para su C64. Pero antes de elegir ese enfoque, intentó reemplazar a su modelo estrella con una nueva linea cuyo principal exponente seria el Commodore Plus/4.

Placa madre del Plus/4

La nueva máquina tenía 64KB de RAM, 59KB de los cuales estaban disponibles para los programas que el usuario escribía utilizando su Commodore BASIC 3.5. Esto era casi un 75% más de los 38KB que quedaban libres en el C64. Este BASIC además incluía instrucciones específicas para el manejo de los gráficos y el sonido, por lo que ya no hacia falta usar los crípticos “POKEs” cada ves que se quería hacer algo divertido. Commodore incluyó en su ROM un paquete ofimático compuesto por cuatro aplicaciones indispensables -un procesador de textos, una hoja de cálculo, un gestor de bases de datos y un editor de gráficos- intentando convertir el nuevo ordenador en un producto atractivo para las pequeñas empresas o profesionales independientes. También dejó de lado los chips SID y VIC que en el C64 generaban el sonido y el vídeo, reemplazándolos por otros más baratos. Como resultado de todo esto, cuando en  junio de 1984 se presento al público podía venderse por menos de 300 dólares.

Sin embargo, esos cambios hicieron que el Plus/4 fuese incompatible con casi todo el hardware y prácticamente todo el software escrito para el Commodore 64. Tan mal cayó esto entre los usuarios, que algunos se referían a él como “Minus/60” (“menos/60”) en lugar de “Plus/4” (“Mas/4”), resaltando que era inferior al C64. Buena parte de ello se debía a que los chips utilizados como reemplazo de los “viejos” SID y VIC no estaban a la altura de lo que se esperaba. El chip de vídeo, por ejemplo, si bien proporcionaba 121 colores (15 colores con 8 niveles de luminosidad más el negro) contra los 15 de la C64, no soportaba “sprites, algo que limitaba enormemente la posibilidad de crear buenos juegos. El chip de sonido que reemplazaba al mítico SID6581 en lugar de mejorar sus prestaciones, proporcionaba un sonido más parecido al del viejo VIC-20.

Modificar los puertos de los periféricos tampoco fue un acierto.

El “paquete ofimático” incluido en la ROM y desarrollado especialmente para Commodore por TriMicro tampoco era espectacular. El procesador de texto, por ejemplo, estaba limitado a 99 lineas por documento. Y los puertos que se utilizaron para conectar los periféricos tampoco fueron un acierto. Si bien tanto el puerto serie, el puerto “de usuario”, y la salida de vídeo eran compatibles con el Commodore 64, el puerto del lector de cintas y  la ranura para cartuchos de expansión eran completamente nuevos e incompatibles con los periféricos más antiguos. El software escrito para el VIC-20 o el C64 no podía ejecutarse en el Plus/4. Si bien era relativamente fácil modificar un programa escrito en el viejo BASIC para que se ejecutase en el nuevo ordenador, ninguno de los miles de programas comerciales -juegos, en la mayoría de los casos- que se habían escrito para las antiguas plataformas funcionaba ahora.

Teclas claras con una carcaza oscura. No puede negarse que el Plus/4 era un ordenador bonito.

El Plus/4 utilizaba un microprocesador MOS Technology 7501, corriendo a 1.77 MHz (versión PAL) o a 1.79 MHz (versión NTSC). Muy pocas empresas, casi todas fuera de los Estados Unidos, desarrollaron software específico para este ordenador. En Dinamarca obtuvo algo de popularidad gracias a que la TDC (Then-National Telecompany) lo utilizó para ayudar a las personas hipoacústicas a comunicarse por teléfono: las llamadas salientes se efectuaban desde un Plus/4 vía módem, las recibía una operadora que le leía el mensaje escrito al destinatario de la llamada, y realizaba el proceso inverso para las llamadas entrantes. Pero este tipo de aplicaciones no bastaron para que el Plus/4 fuese un éxito. En 1985, debido a que el nivel de ventas no permitía siquiera cubrir los gastos de producción, fue retirado de la venta. Hoy, junto al Commodore 16, forma parte de las colecciones de aquellos que disfrutan de estas máquinas de 8 bits.

Escrito por Ariel Palazzesi

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