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Rise of the Argonauts

Estamos llegando al final de este 2008 y los videojuegos más importantes ya han salido. Aunque no hubo aviso previo, el esperado RPG, Rise of the Argonauts salió a la venta en muchas partes del mundo (incluido España) y ya tenemos nuestro veredicto. Muchos fanáticos del género tenían confianza en esta adaptación de Jasón y los argonautas, pero errores de diseño no le permiten alcanzar su máximo potencial.

Rise of the Argonauts tiene sus problemas, no lo vamos a negar. Sin embargo antes que nada habría que aclarar ciertas afirmaciones que se han hecho en muchos foros. Por alguna razón algunas personas están refiriéndose a este título como un clon del exitoso God of War. Y aunque en cuanto al combate se pueden encontrar ciertas similitudes (un poco rebuscadas) Rise of the Argonauts no es un simple juego de acción, sino un RPG con mucha acción y un fabuloso sistema de progresión de personaje.

Como se puede ver Hércules es muy fuerte y le gusta partir animalitos por la mitad.

Pero por más que la premisa sea grandiosa, Rise of the Argonauts tropieza tantas veces que cae mucho más corto de lo que podría haber sido. La trama está basada en parte en el mito griego de Jasón y los Argonautas, sin embargo hay diferentes cambios que evitan que sea una adaptación exacta.

La historia gira alrededor del rey de Yolcos, Jasón, que se embarca con otros reconocidos héroes griegos en busca del Vellocino de oro. La razón de esta misión, a diferencia del mito, es para resucitar a su esposa que fue asesinada en el día de su casamiento. Mientras que en el mito los acompañantes de Jasón eran cincuenta héroes, aquí solo son Hércules, Atalanta, Aquiles y Pan. Todos se embarcan en el Argo para recuperar el Vellocino de oro y con suerte a Alcmena, la esposa de Jasón.

La historia ocupa un lugar esencial en el juego y aunque se desarrolla muy bien, en ocasiones sufre de poca consistencia y malos diálogos. Más allá de eso es una aventura épica que comienza reclutando a los argonautas para el viaje y concluye sin sobresaltos. De todos modos es muy disfrutable en toda su duración. Y es que no es en la historia donde están la mayoría de las fallas sino en la jugabilidad.

El combate es uno de los puntos fuertes de Rise of the Argonauts. Generalmente es con más de dos enemigos a la vez y tienes tres tipos de ataques diferentes. Además, siempre cargas con tres armas (espada, lanza y mazo) y un escudo. Aunque luego puedes cambiarlas por mejores armas, siempre serán del mismo tipo. Como hay una variedad de enemigos, cada uno debe ser derrotado con una técnica y arma diferente, de esta manera el combate se vuelve dinámico y divertido. Para aumentar el dinamismo puedes cambiar de armas en medio del combate. Pero sobre todas las cosas si hay algo que lo hace gratificante es poder romperle el escudo de un enemigo con el mazo y luego cortarlo a la mitad con la espada. Podrá sonar violento, ¡pero es muy divertido!

El combate, siempre y cuando no aburra, puede ser muy gratificante.

Es una pena que esa frescura y diversión no se mantenga durante todo el juego. Una de las razones que esto ocurre es que a pesar de que se pueden mejorar distintas habilidades y se cambian las armas, durante el combate los cambios no son tan notorios. Afortunadamente hay batallas finales con jefes que hacen el progreso un poco menos monótono.

En un intento de simular a otros juegos que no tienen ningún tipo de representación visual de la energía y otras cosas (como Dead Space), Rise of the Argonauts no tiene nada en la pantalla más que la acción misma. Cuando esta técnica funciona bien es bastante agradable, pero cuando no, se convierte en una pesadilla. Este título sufre ese problema. La energía no aparece en pantalla y se supone que la sepamos dependiendo de las marcas y lastimaduras en el cuerpo de los personajes. El problema es que todo sucede tan rápido que a veces no hay tiempo para ver esos detalles.

Gráficamente a veces se ve bien y muchas veces se ve muy mal.

Afortunadamente se puede agregar la barra de energía desde las opciones. Pero aún faltan otras cosas que no se visualizan, como el mapa. Como gran parte del juego te la pasarás recorriendo tierras extrañas el mapa debería estar en un lugar fácil de acceder, pero este no es el caso ya que cada vez que quieres verlo debes pausar el juego y entrar desde el menú. Otro gran problema es que en el mapa no te indica para qué lado estás mirando, por ende tienes que caminar un poco hacia una dirección para luego verificar en el mapa si estás yendo en la dirección correcta.

Y como estos, Rise of the Argonauts está repleto de problemas y detalles que con el tiempo cansan y hasta frustran. Además a eso se le suma un diseño soso de los escenarios que no intentan en ningún momento darle vida al mundo. Gráficamente también tiene sus problemas, no solo porque en las consolas el framerate es bastante pobre, sino porque la calidad de los gráficos y las animaciones, exceptuando algunas partes, no está a la altura de los juegos de hoy en día. Como si eso fuera poco, algunos diálogos están muy mal escritos y quedan fuera de lugar. Sin contar un sinnúmero de bugs y glitches que pueden aparecer en cualquier momento y obligarte a recargar una partida vieja.

Como dijimos, el combate puede ser muy entretenido, pero lo que se lleva los aplausos es la manera en la que progresa el personaje. Generalmente en esta clase de juegos suele ser mediante puntos de experiencia que se ganan completando quests o derrotando enemigos. Aquí las cosas funcionan de otra manera. Hay cuatro dioses (Ares, Apolo, Atena y Hermes) que te permiten acceder a nuevas habilidades. Estas habilidades rondan entre pasivas, como hacer más daño y recuperar energía, a poderes de dioses como convertir enemigos en piedra. La manera en la que puedes acceder a estas “mejoras” es mediante favores. Dependiendo de las habilidades que desees desbloquear debes hacer favores para dicho dios. Esto se puede hacer desde cortando 25 cabezas hasta utilizando especificas líneas de diálogo en conversaciones. En total hay 25 habilidades por cada dios y las diferentes combinaciones permiten modelar el estilo de combate del personaje dependiendo de los gustos del jugador.

El sistema de evolución del personaje permite personalizar el modo de combate.

Como en cualquier RPG el dialogo es muy importante y aquí se lleva a cabo mediante un sistema de dialogo similar al de Mass Effect, donde tienes diferentes respuestas a una pregunta mientras la conversación toma lugar. Esto da a una conversación mucho más fluida y con menos pausas. Las diferentes respuestas corresponden a estados de ánimo y muchas veces no sabrás qué va a decir Jasón hasta que eliges una opción. En Rise of the Argonauts hay mucho dialogo y es una pena que no siempre sea bueno, porque resta mucho a la experiencia.

Puedes conseguir Rise of the Argonauts para PC a €47,46 y Playstation 3 y Xbox 360 a €66,40. Sin duda un precio elevado para un juego que tiene tantos problemas. De todos modos si eres un fanático del género piénsalo dos veces antes de decir que no, porque más allá de sus errores, sus 12 horas de juego y el hecho de que no tiene mucha rejugabilidad, hay cosas que valen la pena ver.

Rise of the Argonauts no es un juego que resalta por mérito propio, pero si ya has jugado a todos los RPG del año, este puede ser una buena opción. Eso sí, si quieres pasar un buen rato debes aceptar los muchos errores y fastidios que incluye la experiencia.

Conclusión: Un RPG para fanáticos del género. Es muy disfrutable siempre y cuando estés dispuesto a aceptar los errores que conlleva.

Puntaje: 72%

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Escrito por Tomás Garcia

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