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Tanques: Campo de fuerza “a lo Star Trek”

Científicos británicos del Defence Science and Technology Laboratory (Dstl) están desarrollando un campo de fuerza capaz de proteger a sus vehículos blindados y tanques del fuego enemigo. Se trata de una “armadura de la era espacial” que utiliza pulsos de energía eléctrica para repeler a los cohetes, munición de metralla y otros objetos que posean la capacidad de dañar el vehículo. El uso de supercondensadores haría posible almacenar la cantidad de energía necesaria para proteger los blindados, y se comportaría de una forma similar a los campos de fuerza que vemos en las películas de ciencia ficción. ¿Es el fin de los blindajes tradicionales?

Hasta ahora, la guerra no ha sido otra cosa que una carrera desesperada entre los fabricantes de proyectiles y los desarrolladores de blindajes para ver quién es más astuto que el otro. En efecto, cuando aparece en el “mercado” un proyectil capaz de atravesar determinado blindaje, los fabricantes de vehículos acorazados automáticamente dan un paso adelante en esta carrera, dotando a sus máquinas de una protección más eficiente. En general, no hay muchas sutilezas en este campo: para evitar que los disparos enemigos conviertan tu fantástica máquina de guerra en un montón de chatarra agujereada, simplemente añades metal (más grueso y duro) a su carrocería, y rezas para que las balas enemigas no lo traspasen. Sin embargo,y gracias a las buenas artes de los científicos del Defence Science and Technology Laboratory (Dstl), en el Reino Unido, el uso de protecciones metálicas utilizadas con estos fines podría convertirse en una tecnología obsoleta.

DSTL es el brazo del  Ministerio de Defensa que se encarga de la investigación y el desarrollo de tecnologías útiles para la guerra, algo así como DARPA pero en el Reino Unido. Los encargados del proyecto “campo de fuerza” afirman que es posible utilizar supercondensadores dentro de las planchas del blindaje de un vehículo para convertirlo en una especie de batería gigante. Cuando el ordenador del carro detecta una amenaza de fuego, la energía eléctrica almacenada en el supercapacitor se envía rápidamente al metal enchapado del exterior del vehículo, produciendo un campo electromagnético extremadamente fuerte. Los científicos aseguran que esto producirá un "campo de fuerza momentáneo capaz de repeler los proyectiles.” A pesar de que el paraguas electromagnético sólo dura una una fracción de segundo, si es programado correctamente puede impedir que las granadas propulsadas por cohetes (RPG, por Rocket Propelled Grenades), proyectiles que detonan con el impacto, logren llegar a su blanco. El supercapacitor puede recargarse rápidamente, quedando listo para repeler otro ataque.

La idea es proveer a los tanques de una protección similar a los campos de fuerza que vemos en las películas de ciencia ficción, una verdadera “pared invisible” capaz de  protegerlos de los disparos. El profesor Bryn James, encargado del proyecto, dice que “este blindaje eléctrico tiene el potencial de reducir drásticamente el peso de los vehículos militares y tanques.” De hecho, en la actualidad pocos tanques son capaces de llevar el blindaje necesario para resistir los impactos de las rondas de RPG, que producen chorros de cobre fundido capaz de perforar más de 30 centímetros de acero sólido. Pero la nueva tecnología puede hacerlo. “Uno podría pensar que resistir esto requeriría de enormes cantidades de energía, pero hemos demostrado que puede hacerse con una cantidad sorprendentemente pequeña de energía eléctrica.”, dice James. Obviamente, nada de esto funcionará si no se pone a punto un sistema de seguimiento sofisticado capaz de identificar a tiempo los RPG que se acercan al tanque y disparar descarga eléctrica en el momento exacto.

Los expertos dicen que seguirían utilizando una pared de acero relativamente delgada para repeler los ataques con balas, pero esta nueva “piel eléctrica” sería la encargada de hacer frente a los proyectiles más peligrosos y potentes. Los británicos han trabajado en esto desde 2002, y según afirman algunos altos oficiales del Ejército, ya han logrado que un viejo vehículo blindado utilizado como blanco sea capaz de sobrevivir intacto a repetidos ataques con RPG.  El Ministerio de Defensa afirma que este sistema permitirá reducir el peso de los vehículos blindados hasta en un 70% en los próximos 10 años,  algo que sin duda les otorgará mayor velocidad y maniobrabilidad. La pelota está ahora en el campo de los fabricantes de proyectiles, que seguramente encontrarán la forma de crear un PRG que sea inmune al campo eléctrico de los tanques, y todo volverá a empezar. ¿No crees?

Escrito por Ariel Palazzesi

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