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Transporte neumático de Beach: El «Hyperloop» del año 1870

Hazte a un lado Elon Musk, aquí está lo bueno (?)

Transporte neumático de Beach

El mundo se quedó con la boca abierta cuando Elon Musk presentó a su Hyperloop, y desde entonces varias compañías han tratado de reproducirlo. Sin embargo, la esencia del Hyperloop es mucho más antigua de lo que imaginamos. Hoy vamos a retroceder hasta 1870, año en el que Alfred Ely Beach presentó a su sistema de transporte neumático ubicado debajo de Broadway. Tenía un solo carro, y su extensión no superaba los cien metros, pero a pesar de su fracaso, fue un verdadero pionero entre los «metros».

A mediados del siglo XIX en la ciudad de New York, el tránsito era un verdadero caos. Caballos, carros, gente… más caballos, más carros, y más gente. Por supuesto, las líneas a vapor podían cubrir grandes distancias con relativa facilidad, pero se necesitaba una solución urbana. El concepto de tránsito rápido o tránsito masivo capturó el interés de muchos emprendedores, y ante la escasez de espacio horizontal, las principales ideas recomendaban ir hacia arriba (con plataformas elevadas) o hacia abajo (túneles subterráneos). Esta segunda opción nos lleva a Alfred Ely Beach, creador de una máquina de escribir para ciegos, y dueño de la reconocida publicación Scientific American. Beach estaba consciente de los problemas de tránsito que sufría la ciudad, y propuso una alternativa: La creación de una arteria subterránea que utilizaba tecnología neumática.


Una de las pocas imágenes que se conocen del carro
Uno de los primeros diagramas, publicado en el Scientific American

El Transporte Neumático de Beach tuvo su primera versión a pequeña escala en la exhibición de 1867 del Instituto Americano, y al comprobar la estabilidad de su diseño, inició la construcción de su línea bajo Broadway dos años más tarde. Beach invirtió una verdadera fortuna para que su proyecto se materialice: Entre 200 y 350 mil dólares. El túnel de 95 metros de largo y 2.4 metros de diámetro fue terminado en apenas 58 días, una tarea no del todo sencilla debido a la oposición de la élite neoyorquina que temía por sus propiedades. El «truco» de Beach y su Beach Pneumatic Transit Company fue pedir permiso para construir «dos pequeños tubos postales», y con una pequeña enmienda posterior, se dio lugar a la excavación del túnel completo. El secretismo alrededor del proyecto era absoluto, y al parecer ni siquiera el alcalde de New York pudo ingresar para inspeccionar las instalaciones.


Estatuas, luces… había lujo en esa estación
Parte del túnel y el carro fueron redescubiertos en 1912

Desde todo punto de vista, el Transporte Neumático de Beach fue una atracción para los residentes. Más de 11 mil tickets vendidos en dos semanas (con un costo de 25 centavos de dólar por pasajero) y 400.000 viajes en el primer año de operación confirmaron su éxito inicial, aunque la burocracia y la influencia de ciertos acaudalados de la ciudad demoraron el proceso de expansión. El senador William M. Tweed había apoyado inicialmente al proyecto, pero su arresto por cargos de corrupción hizo que Beach lo declarara opositor al transporte neumático, en un intento por conservar la simpatía del público. El permiso definitivo llegó en 1873, sin embargo, la falta de soporte financiero y el famoso «pánico de 1873» sellaron el destino del transporte de Beach. Aún así, ese no fue el final de la tecnología neumática. Casi 25 años después, New York sumó un sistema de correo por tubos neumáticos, el cual funcionó hasta 1953.


Fuente: Damn Interesting



Escrito por Lisandro Pardo

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