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Análisis: Opera 10

¡Al fin! Después de múltiples versiones de desarrollo, unas cuantas betas y un par de Release Candidates que vieron la luz a último momento, Opera ha alcanzado su versión 10. Lamentamos que esto no haya sucedido antes de preparar nuestra última batalla de navegadores, pero además de haber realizado las pruebas correspondientes, también les hemos dado un vistazo a las nuevas funciones que Opera incorporó en su navegador. Las diferentes versiones 9 de Opera estuvieron entre las más apreciadas por los usuarios, y respetadas por el entorno informático. ¿Podrá hacerlo mejor la versión 10? Vamos a comprobarlo. Era de madrugada y me estaba quedando casi dormido frente al ordenador cuando la primera alerta apareció a través del RSS: “Opera 10 disponible”. No era que esperara ninguna clase de congestión en el sitio de Opera, pero por las dudas descargué de inmediato la copia que utilizaríamos para este análisis. 6.55 megabytes clavados es lo que demandó el instalador, más otros ocho una vez instalado, sin contar al perfil de usuario. Sin embargo, Opera decidió presentar a esta versión 10 de un modo más elaborado que un simple RSS. De hecho, en YouTube aparecieron dos vídeos durante la última semana de agosto, uno mostrando a dos sujetos escandinavos, Odd y Even (los nombres significan “impar” y “par” en inglés, podrás verlos en la sección de Opera Turbo), y el otro con un despliegue que tranquilamente podría pasar como el trailer de la cuarta película de Jason Bourne:

La primera impresión de Opera fue muy buena. De hecho, toda la interfaz del navegador se ve limpia y pulida, con todas las opciones disponibles, pero al mismo tiempo fuera del camino. Los dos botones adicionales en la barra de navegación, “Rewind” y “Fast Forward”, permiten que el usuario pueda ir hacia el final o el principio de todas las páginas cargadas bajo el dominio que está visitando. Por ejemplo, si alguien ve varios vídeos en YouTube y presiona Rewind, volverá al portal principal del sitio como si recién lo estuviera visitando. Por alguna razón, el botón Rewind no tiene una tecla asociada, pero se puede reproducir el efecto del botón Fast Forward con la barra espaciadora. Aún así, hemos notado que en algunas páginas esto no funciona del todo bien, por lo que deberán prestar especial atención si alguno de estos botones no los llevan a donde quieren ir.

Probablemente lo que más se destaca en esta nueva versión de Opera son las pestañas con vista previa. Últimamente las vistas previas son una función que muchos programas han adoptado, y Opera 10 no ha sido la excepción. Sólo basta con arrastrar hacia abajo la barra de navegación, y las pestañas abiertas se transformarán, mostrando una vista previa del contenido que posee la página. Es una forma rápida de reconocer cuál es la pestaña a la que queremos ir, y puede llegar a tener cierta utilidad en pantallas pequeñas. Alguien podría pensar que si las vistas previas se roban un cuarto de la pantalla de navegación, los usuarios de netbooks no se sentirán muy inclinados a utilizar esta función, pero lo cierto es que algunos optarán por las vistas previas antes de verse obligados a leer el texto de cada pestaña. Será pura y exclusivamente una cuestión de gustos, pero lo que todos los usuarios de Opera apreciarán es el botón para deshacer el cierre de pestañas, ubicado a la derecha de la pantalla.

Después tenemos a Opera Turbo, la opción de Opera para contrarrestar los efectos de una conexión de baja velocidad. Al comprimir el contenido de las páginas a través de sus propios servidores, Opera puede lograr un rendimiento de navegación superior para aquellos usuarios que cuentan con una velocidad de navegación limitada. También ofrece una ventaja para quienes posean un plan de datos limitado (por ejemplo, conexiones 3G), ya que se trabaja con páginas comprimidas, o sea, menos bytes para descargar. Quienes posean una conexión de banda ancha normal no deben activar esto, ya que no obtendrán un aumento de velocidad, sino todo lo contrario. El modo Turbo puede configurarse de forma automática, dejando a criterio de Opera cuándo utilizarlo.

Sobre las opciones de configuración, los que hayan estado probando las versiones previas de Opera 10 no encontrarán muchas sorpresas, pero de todas formas quiero hacer mención de algunas funciones como el acceso rápido a preferencias, a través de las que se pueden activar y desactivar ciertas capacidades de Opera (por ejemplo, Java), y la posibilidad de purgar todos los datos de navegación. Esto funciona como una especie de “pseudo-Modo Incógnito”, con la diferencia de que debe ser activado manualmente. Opera debería considerar una opción que permita a los usuarios purgar todos los datos personales al cerrar el navegador, ya que de esta forma, la función de privacidad tendría un valor mucho más alto. Muchos de los usuarios que recurren a Opera para navegar han visto con buenos ojos a la función Speed Dial. En esta versión Opera ofrece la posibilidad de cambiar su configuración, modificando la cantidad de páginas que quedan registradas. Los diseños van desde dos por dos hasta cinco por cinco, con varias opciones entre ellos. Tampoco es necesario hacer clic en la vista previa para acceder a la página. Cada zócalo de Speed Dial tiene un número asignado. Sólo es necesario escribir ese número para que Opera cargue la página deseada. Al mismo tiempo, podrán asignar una imagen personalizada para destacar en el Speed Dial, quitando el aburrido fondo blanco. En lo personal suelo desactivar Speed Dial porque prefiero a los marcadores, y ya que los he mencionado, la versión 10 agrega seis marcadores por defecto (Amazon, Ask, Download, eBay, Kelkoo y Wikipedia) que no pueden ser quitados de la forma tradicional por alguna razón, pero ya encontraré la forma.

Sobre el resto de las funciones, bueno, no queda mucho para decir. El sistema Unite ha sido demorado y recién hará acto de presencia en la versión 10.1 del navegador, mientras que los Widgets prácticamente no han cambiado. En la página de Widgets de Opera hay más de mil doscientos de ellos, y todavía no he encontrado uno que considere específicamente útil. Puede que los usuarios de redes sociales como Facebook y Twitter vean con buenos ojos a los Widgets para ambas redes, pero fuera de eso, deberán recorrer las 106 páginas de Opera Widgets con los ojos bien abiertos para encontrar algo que les interese. El problema principal de los Widgets de Opera es que no se integran tanto al navegador como lo hacen las extensiones de Firefox. El Widget de Twitter queda suspendido como si fuera un mensajero más, y termina por estorbar. Eso no sucede en las equivalencias de Firefox como TwitterFox.

Finalmente, hemos llegado a las pruebas que corremos sobre todo navegador que cae en nuestras garras. Opera ha incluido muchas mejoras en su motor Presto, especialmente a la hora de respetar estándares Web. Muchos de nuestros lectores recordarán aquellas versiones alfa de Opera 10 completando la prueba Acid3 sin errores. Si bien fue Safari 4 el primer navegador en versión estable que cumplió a la perfección con esa prueba, esperábamos encontrar resultados similares con la versión final de Opera 10. Una vez más, traemos al frente a nuestro triturador de navegadores preferido, Acid3:

Perfecto. Sencillamente perfecto. No hay nada para cuestionar aquí. Opera cumple a rajatabla con los parámetros de Acid3 sin ningún inconveniente, aunque no todas las demostraciones de HTML 5 disponibles en la red funcionaron bien con el navegador. Esto demuestra que si bien el nuevo lenguaje puede traer múltiples beneficios, pasará un buen tiempo antes de que todos los navegadores, incluyendo a Opera, logren ponerse de acuerdo en un punto tan delicado como la aceptación y la compatibilidad de HTML 5. Dejando este punto atrás, debemos enfocarnos en el rendimiento de JavaScript en Opera 10. Como mencionamos antes, Presto recibió unos cuantos ajustes en esta versión, y lo lógico es esperar un rendimiento mucho más competitivo del que vimos en la versión 9.64. Aquí está el resultado:

Mejor, pero continúa por detrás del resto. Si quitamos a Internet Explorer de la lista, Opera 10 es el último de la tropa. Las páginas web contienen cada vez más JavaScript, y la velocidad sobre ese lenguaje gana cada vez más importancia. Opera 10 demostró tener un muy buen rendimiento en sitios como Gmail y YouTube (especialmente al cargar vídeos), pero puede llegar a perder algo de ritmo en sitios con una gran cantidad de JavaScript. Probablemente la gente de Opera deba trabajar en una forma de acelerar JavaScript, más aún cuando hablamos de seiscientos milisegundos en la última versión de desarrollo de Google Chrome. Así llegamos al consumo de memoria. Con la intención de Microsoft de convertir a cada netbook existente en portadora de Windows 7, esta medición toma un valor especial. Windows 7 puede funcionar con 1 GB, e incluso hemos hecho pruebas virtualizadas hasta con un mínimo de 640 MB sin mayores inconvenientes, pero todos sabemos que un navegador con diez pestañas abiertas no es algo precisamente consciente de la memoria disponible en el sistema. Hemos decidido repetir la misma prueba que en la batalla, utilizando cinco pestañas (Google, Apple, Mozilla, Microsoft y Opera) y tomando la medición correspondiente. Así le fue a Opera 10:

Opera siempre demostró una buena conducta en mediciones como esta, y lo sigue haciendo. Sin Widgets cargados, la nueva versión de Opera se coloca muy cerca de Firefox 3.5 sin extensiones. Sin embargo, hemos logrado captar un detalle interesante que no estaba en nuestras intenciones registrar, pero que vale la pena mencionar. Junto al proceso de Opera está el de Firefox, y ambos casi consumen lo mismo. La diferencia es que Firefox sólo tiene tres pestañas abiertas y varias extensiones, mientras que Opera tiene cinco pestañas, y posee su configuración por defecto. Un dato no menor a la hora de comprender el comportamiento de Opera en relación con la memoria del sistema. ¿Cómo fue navegar con Opera 10? Permítanme utilizar una analogía. Hoy en día, navegar bajo Firefox es como manejar una camioneta utilitaria para transportar carga. Es un navegador “de trabajo” que no está libre de errores pero se mantiene firme en su ganancia de mercado frente a Internet Explorer. Por otro lado, navegar en Opera 10 es dejar la camioneta estacionada, subir a un pequeño coche y salir a pasear por la ciudad. “Ofrece” a Internet como si fuera un tour, con ritmo tranquilo y sin mayores complicaciones. Su interfaz es muy agradable, y sus opciones de configuración son más que suficientes. Sin embargo, quienes traten de pisar el acelerador con Opera no obtendrán buenos resultados salvo en algunas páginas específicas. La optimización Turbo sólo es para conexiones lentas, y los resultados en SunSpider dejan mucho que desear. Opera 10 es sólido, y su valor crece a la hora de “explorar” la Web en vez de “trabajar” con ella, lo cual queda demostrado también entre los dispositivos móviles. Puede que este sea “el Opera” para utilizar por primera vez, y al mismo tiempo, es una actualización muy recomendada para quienes utilicen la versión anterior.

Escrito por Lisandro Pardo

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