Menu
in

Baikonur, el cosmódromo ruso

Fundado a mediados de 1955, Baikonur es el cosmódromo más antiguo del mundo. Desde sus plataformas se lanzó el primer satélite artificial, el primer hombre y la primera mujer al espacio. Ubicado en Kazajistán, nació como un centro de lanzamiento de misiles de largo alcance y más tarde se agregaron instalaciones dedicadas al vuelo espacial. Actualmente es una pieza clave dentro del programa de desarrollo y lanzamiento de vuelos ordinarios a la Estación Espacial Internacional. ¿Qué le depara el futuro a este mítico sitio?

Situado unos 200 kilómetros al este del Mar de Aral, al norte de Syr Darya y cerca de la ciudad de Tyuratam, el Cosmódromo de Baikonur es la más grande y antigua base de lanzamiento espacial del mundo. Como muchos otros proyectos rusos, su tamaño es impresionante -ocupa una superficie cercana de 7,000km cuadrados- y su creación estuvo relacionada con la guerra fría. En efecto, y debido a que los ordenadores de la época no eran precisamente pequeños como para ser instalados abordo de un misil balístico intercontinental (ICBM), el guiado de estos artefactos de largo alcance debía hacerse desde tierra, mediante radiocontrol. Este tipo de misiles -como el R-7– necesitaba del apoyo de al menos tres estaciones de guiado por radio, ubicadas a 150, 200 y 300 kilómetros del sitio del lanzamiento. Rusia tenia una base para probar misiles (Kaputsin Yar), pero su ubicación no era la adecuada, ya que si se lanzaban los R-7 desde ese sitio, hubiesen requerido de estaciones de control en el Mar Caspio o Irán. Para resolver ese problema, se decidió construir nuevas instalaciones de lanzamiento. Así nació Baikonur.

El nombre “Baikonur” fue elegido por el servicio de inteligencia ruso para despistar a sus “colegas” occidentales. Este nombre en realidad pertenecía a una ciudad que se encuentra en el mismo desierto que Dzhezkazgán,  unos 320 kilómetros al norte del sitio en que se emplaza el cosmódromo. Las coordenadas oficiales del centro de lanzamiento son 45°57′54″N 63°18′18″E / 45.965, 63.305. El sitio fue elegido por varias razones. En primer lugar, se encontraba en medio de un desierto, cerca de uno de los más grandes ríos que atraviesan la región, cerca de vías férreas y con una latitud que si bien no era la ideal, al menos era aceptable. La latitud a la que se encuentra una base de lanzamiento de vehículos espaciales es un elemento muy importante: cuanto más cerca del ecuador terrestre se encuentre, menor será el gasto energético necesario para enviar un cohete al espacio. Esto se debe a que la velocidad lineal en un punto de la superficie de la Tierra es mayor en el ecuador que cerca de los polos, proporcionando un mayor empuje natural al los cohetes. En Baikonur un cohete recibe un impulso adicional de 1.174 kilómetros por hora, mientras que en el ecuador este impulso extra es de 1.667 km/hora.

Baikonur posee instalaciones completas destinadas al lanzamiento de vehículos espaciales tripulados y no tripulados. Desde esas instalaciones se efectuaron lanzamientos históricos para la humanidad. En efecto, el Sputnikel primer satélite artificial– partió desde Baikonur el 4 de octubre de 1957, dando inicio a la carrera espacial. Los vehículos Sputnik-2 (1957) y Sputnik-5 (1960) con las perritas Laika el primero y Bielka y Strielka en el segundo, así como el primer hombre –Yuri Gagarin, el 12 de abril de 1961- y la primer mujer en viajar al espacio –Valentina Tereshkova, el 16 de junio de 1963- también comenzaron su viaje en este cosmódromo. En la actualidad, Baikonur ofrece plataformas de lanzamiento e instalaciones de soporte para una gran cantidad de cohetes diferentes. Los Protón-K, Rókot, Soyuz-U, Mólniya-M, Tsyklón-2 y Zenit son enviados al espacio desde aquí, lo que permite a ese país ser un protagonista indispensable en el desarrollo y mantenimiento de la Estación Espacial Internacional.

Si bien originalmente este sitio fue levantado por la desaparecida Unión Soviética -la fecha oficial de fundación del sitio se considera el 2 de junio de 1955- en la actualidad pertenece a Kazajistán. Rusia sigue ejerciendo el control de los 85 kilómetros (de Norte a Sur) por 125 kilómetros (de Este a Oeste) que ocupa Baikonur y la ciudad aledaña que se construyó para albergar a los trabajadores que levantaron y actualmente mantienen funcionando este lugar. Esta ciudad de soporte fue llamada originalmente Leninsk, pero 1995 adoptó oficialmente el mismo nombre que el cosmódromo. Cuando tuvo lugar la disolución de la Unión Soviética en 1991, muchos se preocuparon por el futuro de estas instalaciones, pero el 8 de junio de 2005 se firmó un acuerdo entre Rusia y Kazajistán para que la primera pudiese disponer del puerto espacial de Baikonur hasta el año 2050, pagando un alquiler anual de 115 millones de dólares. Sin embargo, y posiblemente debido a las permanentes disputas entre ambas naciones por el valor del alquiler, Rusia se encuentra ampliando  el Cosmódromo de Plesetsk, seguramente con intenciones de ir mudando paulatinamente sus operaciones a territorio propio.

Dentro de Baikonur se encuentran 8 plataformas de lanzamiento operacionales y todo lo que se necesita para enviar vehículos al espacio. Dispone su propia planta de producción de oxígeno y nitrógeno, dos aeropuertos, casi 500 kilómetros de vías de ferrocarril, unos 1300 km de rutas, 360 km de oleoductos y consume aproximadamente 600 millones de kW/h de energía eléctrica provista por una usina propia y más de 600 estaciones transformadoras. Las fotografías apenas alcanzan para darnos una idea del tamaño de estas instalaciones, el lugar desde el que la humanidad viajó por primera vez al espacio. Seguramente, al igual que ha ocurrido con otras instalaciones gigantescas, en algún momento serán reemplazadas y abandonas. Mientras tanto, Baikonur sigue ostentando el orgullo de ser el cosmódromo más antiguo y enorme del mundo, que no es poca cosa.

Escrito por Ariel Palazzesi

Leave a Reply