Ariel Palazzesi
Integraban un team que ocupaba el puesto numero cinco en el ranking de los mas peligrosos del mundo. Habían atacado más de de 21 mil páginas de Internet, incluidos algunos sitios oficiales en EE.UU., países de América Latina y de Asia. La policía los detuvo en allanamientos efectuados en cuatro ciudades españolas.
Los detenidos firmaban sus ataques, como es habitual en estos casos, con seudónimos. Algunos de los utilizados eran “ka0x”, “an0de”, “xarnuz” y “Piker”. De los cinco, dos eran hermanos, y otros dos solo tienen 16 años de edad. Bien a tono con las nuevas tendencias, utilizaban la Web (¿seria otra forma de teletrabajo?) para comunicarse y no se conocían personalmente entre si, ya que coordinaban sus ataques a través de la red. Se sabe que los detenidos vivían en las ciudades de Sabadell, Burgos, Málaga y Valencia, todas de España
Entre las victimas del grupo se encuentran empresas de de telefonía y sitios gubernamentales de Estados Unidos, Latinoamérica y Asia. En total, habían atacado unas 21.000 páginas. Sus acciones consistían, en la mayoría de los casos, en reemplazar el contenido de los sitios atacados por mensajes reivindicativos o de protesta. Por ejemplo, entre sus blancos figuró la Web la de Izquierda Unida, que justo antes de las elecciones generales del 9 de marzo fue hacheada para que mostrase la imagen que ilustra esta nota. También cayeron bajo sus ataques la Web de Jazztel (insertaron la frase “Fuck Bush”), el sitio de la Compañía Nacional de Teléfonos de Venezuela, y un dominio de la NASA
Existe un ranking que ordena a los grupos de hackers por su peligrosidad, en el que los detenidos ocupaban el puesto numero cinco. Se sabe que mantenían contactos con otros grupos de similares características, sobre todo con los de América Latina. Se trata de estudiantes, con un muy buen nivel de conocimientos. Incluso, uno de ellos llegó a publicar artículos relacionados con técnicas empleadas en foros de hacking reconocidos a nivel mundial. También diseñaba su propio software.
Los cinco hackers fueron puestos en libertad, pero deberán prestar declaración ante el juez y enfrentan penas de entre 1 y 3 años de cárcel.
