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Simulador de Coronavirus: Cómo «aplanar la curva» y contener mejor al virus

Explorando diferentes escenarios, y sus efectos a largo plazo

Coronavirus

Uno de los aspectos sobre COVID-19 que más ha sorprendido a los expertos y el público en general es la velocidad de su avance. Independientemente de la robustez de cada sistema sanitario local, lo cierto es que el virus se las ha arreglado para alcanzar a (casi) cada rincón del planeta en menos de un trimestre. La matemática anuncia los peligros del crecimiento exponencial, y automáticamente se instalan múltiples dudas. ¿Cuál es la mejor estrategia para contener a COVID-19? ¿Son los «lockdowns» tan efectivos como se cree? ¿Sirve de algo limitar la interacción social? Un simulador en línea nos ayuda a encontrar la respuesta.

El pasado 15 de febrero, Estados Unidos registraba apenas 15 casos vinculados a COVID-19. El 1 de marzo, ese número había saltado a 76. Hoy, el último reporte confirma 3.689 casos. Un mes de diferencia entre un extremo y el otro. En el pasado hemos explorado los efectos del crecimiento exponencial, pero lamentablemente ya no podemos hablar sobre granos de arroz. Hay gente enferma, mucha paranoia, y sistemas de salud colapsados. Sin controles precisos, tomando un simple cálculo como es duplicar el número de enfermos cada 72 horas, Estados Unidos tendría un millón de infectados en el mes de mayo.


Más de 2.000 casos el viernes, hoy son casi 3.700

Para visualizar esto un poco mejor, la gente del Washington Post compartió un simulador basado en una hipotética enfermedad llamada «simulitis», que se desarrolla en un pueblo con una población de 200 habitantes. Las condiciones son un poco más agresivas, con cada persona sana cayendo enferma inmediatamente después de haber estado en contacto con un infectado, pero su tasa de mortalidad es cero, y todos se recuperan:


Sin controles: La curva sube mucho… y muy rápido

Tal y como se esperaba. La curva de infectados comienza a crecer rápidamente, y una vez cruzado el punto límite, empieza a caer casi con la misma velocidad. Sin embargo, en una situación como la que ha presentado el coronavirus SARS-CoV-2 y su enfermedad COVID-19, es lógico que las autoridades traten de activar ciertos protocolos para limitar su avance. En el caso de China, y especialmente la zona de Wuhan y el resto de la provincia de Hubei, la estrategia adoptada es de una cuarentena obligatoria. ¿Cómo funciona eso? Veamos:


Funciona peor de lo que muchos creen

Este ejercicio no hace más que recordarnos la imposibilidad de una cuarentena total perfecta. No existe tal cosa como el hermetismo ideal: Tarde o temprano, alguien sano terminará interactuando con alguien enfermo. Los repartidores de Wuhan son un excelente ejemplo. Bajo una cuarentena «perfecta» no se les permitiría circular, pero la población necesita recursos básicos como alimentos y artículos de limpieza, mientras que los profesionales de salud dependen de ellos para obtener equipo y materiales.



La recomendación de los especialistas es lo que se conoce como «distanciamiento social». Quedarse en casa, limitar las reuniones públicas, mantener una distancia mínima de otra gente, reducir la movilidad y la interacción directa.

Ahora, hay personas que deben salir de todos modos (seguridad, profesionales de la salud, etc.), y otras… desobedecerán, aumentando el riesgo de caer enfermas, y de seguir esparciendo al virus. ¿Cómo reacciona el modelo ante un distanciamiento social, con un 25 por ciento de personas en movimiento?


Mejor… pero no tanto

La curva es menos pronunciada, pero sigue estando allí. ¿Cómo se la optimiza? Eliminando las razones para salir, a través del cierre de espacios públicos, establecimientos comerciales de gran tamaño, y cualquier cosa que permita la reunión de gente. China cerró virtualmente todo. Italia ordenó el cierre de múltiples espacios, e interrumpió el torneo de fútbol. Estados Unidos sigue la misma ruta, suspendiendo y reprogramando eventos (por ejemplo, E3). Entonces, ¿qué sucedería si sólo una de cada ocho personas se mueve?


El impacto es mucho menor
Las diferencias son muy importantes en los cuatro modelos

La curva tarda un largo tiempo en crecer, lo cual libera recursos y ayuda al proceso de recuperación para quienes ya están enfermos. Ahora, la simulación es simplemente eso… una simulación. Comparar a este «simulitis» con COVID-19 sería un serio error, y no podemos olvidar el más crudo detalle: COVID-19 mata gente a medida que escribimos estas líneas. Sin embargo, el mecanismo de fondo es muy similar. Podemos vencer a este virus, sólo necesitamos hacer bien las cosas.


Fuente: The Washington Post


Escrito por Lisandro Pardo

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