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Un acertijo de ajedrez, la clave de la conciencia humana: ¿Podrás resolverlo?

Es más sencillo de lo que aparenta…

El ajedrez trasciende culturas, pulveriza fronteras, abre mentes, enseña, divierte, mejora, optimiza. Su magia ha dado lugar a una enorme cantidad de acertijos, incluyendo esos pequeños desafíos que aparecen publicados en diferentes periódicos. Pero hoy nos encontramos con uno que podría guardar la clave de la conciencia humana. El acertijo fue diseñado por Sir Roger Penrose, y se supone que es muy fácil de resolver para una mente humana, pero debería volver loca a cualquier inteligencia artificial. Los científicos esperan descubrir diferencias fundamentales entre ambas, y comprobar si existen efectos cuánticos en segundo plano.

Todos sabemos que una inteligencia artificial debe ser entrenada… y la mente humana también. Pero una de las diferencias más importantes es que las inteligencias artificiales no son conscientes de sí mismas, y no pueden ganar eso que les falta a través de simple entrenamiento. Por más avanzados que sean los algoritmos disponibles, lo cierto es que (por el momento) están a la par de cualquier otra herramienta. Ahora, ¿qué es exactamente «eso que les falta»? El nuevo Instituto Penrose que tendrá divisiones en el University College London y la Universidad de Oxford tratará de averiguarlo: Qué hace única a la mente humana. Estudiar la conciencia desde el punto de vista de la física no es sencillo, y tiene muchos opositores, sin embargo, un paso esencial es establecer la brecha entre una inteligencia artificial y la mente humana. La exploración comienza… con un acertijo de ajedrez.

A la izquierda, la versión a mano alzada de Sir Roger.

El propio Sir Roger Penrose lo reconoce: Es muy fácil para un ser humano. La situación del acertijo parece imposible, pero es perfectamente legal frente a las reglas del ajedrez. El objetivo exacto del instituto es escanear el cerebro de los participantes cuando descubren la solución, un «momento Eureka» si se quiere, y en lo posible detectar ese chispazo de perspicacia. Una mente humana necesita apenas unos pocos segundos (y muy poca energía) para alcanzar una solución aceptable, pero la inteligencia artificial promedio se pierde al calcular que las negras pueden ganar a partir del número de piezas y su posición.

¿Aún necesitas la solución? Veamos: Las blancas deben forzar un empate. Tienen todo servido para lograrlo, y con un jugador particularmente malo en las negras, podrían llegar a ganar. El proceso se reduce a mantener al rey blanco en las casillas blancas, y jamás mover al peón (a menos que el juego de las negras sea catastrófico, lo que llevaría al peón a c8, cambiar por reina y hacer jaque mate). Debido a la «regla de los 50 movimientos», si no hay capturas ni movimiento de peones, la partida termina en tablas. En lo personal no creo que la conciencia humana quede expuesta a través de un ejercicio de ajedrez, pero si en el instituto quieren intentarlo, son bienvenidos.

Escrito por Lisandro Pardo

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