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Un nuevo estudio indica que soplar velas inunda al pastel con bacterias

Pero lo más probable es que no te enfermes

La seguridad de los alimentos es un tema muy delicado. Muchas personas tratan de hacer todo lo posible para minimizar el contacto entre las bacterias y la comida, pero en el fondo es una batalla perdida. Incluso algo tan inofensivo como soplar las velas en un pastel de cumpleaños puede incrementar la presencia de bacterias sobre el glaseado hasta un 1.400 por ciento, de acuerdo a un estudio publicado por un equipo de la Universidad Clemson. Sin embargo, uno de los autores indica que ese aumento no representa un riesgo a la salud, salvo en casos muy extremos.

Un par de velas, un encendedor, «cumpleaños feliz, cumpleaños feliz», el cumpleañero sopla, todos aplaudimos, y procedemos a masacrar el pastel sin piedad. Obviamente existen algunas variantes, pero el proceso general sigue esa línea. Lo más probable es que antes del pastel, tanto el agasajado como los invitados hayan consumido y/o manipulado otros alimentos. Eso significa que hay un grupo adicional presente en la fiesta… formado por bacterias.

En lo personal no soy alguien que se preocupe demasiado, y el hecho de escribir estas líneas comprueba que he sobrevivido a cada intoxicación alimentaria, pero la misofobia no es ningún invento para quien la sufre. Lamentablemente, un reciente estudio publicado por investigadores de la Universidad Clemson no hace gran cosa por calmar esa ansiedad.

1.400 por ciento en promedio…

El equipo, liderado por el profesor en seguridad alimentaria Paul Dawson, tomó una base de poliestireno extruido, la cubrió con papel de aluminio, aplicó glaseado sobre la superficie y colocó las velas. Antes de iniciar las pruebas, los participantes comieron pizza, en un intento por simular condiciones similares a las de una fiesta de cumpleaños.

Luego de soplar las velas, se crearon varias «colonias» con el glaseado, utilizando placas de agar. El promedio en el incremento de bacterias fue de un 1.400 por ciento, pero Dawson reconoce amplias diferencias entre un soplido y otro. Algunas personas transmitieron pocas bacterias, sin embargo, en un caso específico el conteo se disparó 120 veces.

Imagen de una «carcasa sanitaria» con ranuras para velas

Ahora, Dawson está convencido de que un pastel de cumpleaños no debería causar problemas. Después de todo, nuestras bocas están absolutamente repletas de bacterias, y la gran mayoría son inofensivas. Además, si los pasteles fueran un «vector» de transmisión habrían desaparecido de las fiestas años atrás. La recomendación de Dawson es apelar al sentido común y evitar el pastel si el cumpleañero está visiblemente enfermo. Aún así, el profesor llega un poco tarde, y el mercado ha respondido a su modo, con patentes de «carcasas sanitarias» para pasteles.

Escrito por Lisandro Pardo

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