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Constellation: Comienza la misión lunar (NASA)

La NASA busca el mejor lugar de la Luna para establecer una base semi permanente. Ayer, a las 23:12 Hs (hora de España),  a bordo de un cohete Atlas V partieron dos sondas rumbo a nuestro satélite natural. Una de ellas (LRO) hará un mapeo de la superficie lunar, mientras que la otra (LCROSS) buscará rastros de agua. El viaje de la Tierra a la Luna, unos 384.000 kilómetros, durará cuatro días, y tres meses más tarde, el segmento superior del cohete Atlas impactará en una zona cercana a uno de los polos lunares a 9.000 kilómetros por hora.

Ayer a las 21.12 GMT (23:12 en España), unos 20  minutos más tarde de lo programado, la NASA lanzó a bordo de un cohete Atlas V las sondas lunares LRO y LCROSS. El evento tuvo lugar en la base de Cabo Cañaveral (Florida), donde las condiciones meteorológicas distaban mucho de ser las ideales. Se trata de la primera etapa de un ambicioso plan de la NASA que incluye misiones de exploración primero a la Luna, luego a Marte y más tarde al resto del sistema solar. Las sondas LCROSS (Satélite de Observación y Detección de Cráteres Lunares) y LRO (Orbitador de Reconocimiento Lunar) constituyen la primera misión preparatoria de este ambicioso proyecto, al que la NASA ha bautizado “Constellation”.

"Estas misiones robóticas nos proporcionará la información necesaria para tomar decisiones seguras en cuanto a la futura presencia humana sobre la Luna", explicó a la prensa el director asociado de la NASA para la Ciencia, Todd May. May también dejó claro que la agencia espacial, contra lo que podría indicar el sentido común, a lo largo de su historia ha recopilado más datos sobre Marte que sobre la Luna, y estas misiones tienen como objetivo solucionar ese déficit de información.

El principal trabajo de LRO, que orbitará nuestro satélite artificial durante doce meses, será obtener datos que permitan cartografiar la superficie lunar con un grado de precisión hasta ahora inédito. Los mapas confeccionados permitirán a los científicos de la NASA determinar posibles sitios de alunizaje. LRO pesa unos 1.916 kilogramos en total, incluidos los 898 Kg. de combustible destinados a las maniobras en el espacio. Está equipada con siete instrumentos científicos y girará alrededor de la Luna siguiendo una órbita polar a sólo 50 kilómetros de altura, la más baja hasta ahora jamás descripta hasta la fecha.

Por su parte, LCROSS intentará confirmar o descartar la presencia de hielo en cráteres cuyo interior permanece siempre en la oscuridad. Los científicos han programado la misión para buscar agua en un cráter concreto, cercano al polo sur, donde las emisiones de hidrógeno detectadas previamente parecen indicar la presencia de hielo. El destino de LCROSS será muy parecido al de la sonda lunar nipona Kaguya, que se lanzó cual kamikaze contra la superficie de la Luna hace unos días. En efecto, LCROSS permanecerá acoplada durante tres meses a la última etapa del cohete Atlas V,  del que solo se separará poco antes de que éste se estrelle en un cráter lunar a 9.000 kilómetros por hora.

Cuatro minutos más tarde, tiempo necesario para que sus nueve instrumentos, incluidos  tres espectrómetros, puedan registrar y analizar las partículas de polvo producto del choque. En la NASA calculan que unas 350 toneladas de material lunar serán desplazadas en forma de estela luego del impacto. LCROSS, que pesa 891 kilos, sufrirá la misma suerte luego de transmitir los resultados a la Tierra. Será entonces posible, analizando los gigabytes recibidos por la agencia espacial, determinar si hay agua en el cráter.

La agencia espacial estadounidense planea reenviar astronautas al satélite terrestre tal como lo anunciara en 2004 el ex presidente George W. Bush. Barack Obama no parece haber modificado los objetivos de la NASA, pero el senador demócrata Bill Nelson, famoso por haber realizado un vuelo a bordo del transbordador espacial Challenger, estima que el presupuesto destinado para Constellation es insuficiente. "La NASA simplemente no puede cumplir con el objetivo de volver a pisar la Luna en 2020", dijo.

Esperemos que esta moda de arrojar chatarra sobre la Luna sea algo relativamente pasajero, porque de seguir como vamos, cuando finalmente volvamos a la Luna nos encontraremos con que ya se ha convertido en un basurero espacial.

Escrito por Ariel Palazzesi

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