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Juegos de Guerra, la película que crió a una generación de hackers

War Games, un clásico del cine de los 80s

El mundo del cine y el de la informática están mucho más relacionados de lo que mucha gente cree. Han sido muchas las películas influídas por temas relacionados a los ordenadores, y esta en particular ha creado toda una generación de hackers que se asombró con las andanzas de un joven y su ordenador.

Cuando uno es joven y todavía no ha ingresado a la universidad, los factores que pueden llevarte hacia la elección de una determinada carrera son muy variados. Ya sea por algún familiar, conocido, o porque algo relacionado a ello te ha inspirado, lo cierto es que durante la adolescencia la mayoría de nosotros cambia varias veces de decisión, y muchas veces terminamos estudiando algo que años atrás ni hubieramos imaginado. Pero ciertos eventos, cuando son muy importantes y de gran magnitud se vuelven determinantes. Así como luego de una gran campaña en el campeonato mundial de un determinado deporte es muy normal que muchos jóvenes se vuelquen a la práctica de ese deporte, cuando una película o serie de TV tiene mucho éxito todos quieren lograr lo mismo en la vida real.

WarGames: Juegos de Guerra

Eso es lo que ha sucedido con Juegos de Guerra, película que ha adquirido la categoría de culto y cuyo reconocimiento aumenta a medida que pasan los años. La película fue dirigida por John Badham estrenada en el año 1983, y protagonizada por Matthew Broderick (como David Lightman), Ally Sheedy (Jennifer) y John Wood como el Dr. Stephen Falken.

David y Jennifer, hackeando por diversión

David es un joven muy inteligente y talentoso con los ordenadores, pero su poca dedicación al colegio le trae problemas con sus calificaciones, algo que en una familia estricta como la suya es inadmisible. Para evitarse problemas con sus padres, suele alterar las calificaciones que sus profesores le otorgan gracias a sus periódicas infiltraciones al sistema de ordenadores de su escuela. También en una ocasión adquiere boletos de avión para el y su novia sin pagar un duro.

Con el correr del tiempo sus conocimientos van llegando hasta niveles mucho más altos cada vez, gracias a sus contactos con la incipiente comunidad hacker de la época, que se comunicaba a través de los añejos sistemas de BBS. Así es como aprende a utilizar las bluebox para realizar sus llamadas de hacking sin costo alguno, y varias técnicas más que se muestran durante la película.

En un determinado momento empieza a infiltrarse en los sistemas de las compañías de desarrollo de videojuegos para probarlos y entretenerse un rato. Para hacerlo realizaba llamadas a números de teléfono de su ciudad, probando de uno en uno y cuando encontraba uno que le daba “señal de modem” lo almacenaba: Esa técnica era muy utilizada por los hackers de la época, y en honor a este filme fue luego denominada “wardialing”.

Luego se dedicaba a llamar a los números donde había conexión de modem e ingresaba a los sistemas para probar los juegos, y para obtener los nombres de usuario y clave de acceso se valía de los trucos más diversos. En cierta ocasión durante la visita a una compañía de videojuegos, David pide permiso para ir al toilette y mientras se dirige allí pasa por los ordenadores de los desarrolladores, donde ve papelitos pegados en los monitores con los datos de acceso.

En otros puestos de trabajo no hay papelitos pero si está visible el nombre de quien allí trabaja, y David los anota para luego probarlos. Este tipo de actividades fue luego denominada “Ingeniería Social”, y se refiere a la manera en que los hackers obtienen información que uno casi seguro utiliza para sus claves a partir de sus usos y costumbres, de la basura que uno tira, etc.

Hasta que de tanto probar da con un ordenador del NORAD (el Centro Informático del Departamento de Defensa), aunque esto el no lo sabe ya que es recibido por un sistema que le invita a jugar al Ajedrez, Poker o al Juego de la Guerra Termonuclear Global entre otros. Obviamente elige este último, pero el sistema le pide autenticarse y David lo intenta durante varios días sin suerte. Esto comienza a volverse una obsesión, hasta que listando los “juegos” disponibles en el sistema David ve uno que se llama “El acertijo de Falken”, por lo que comienza a investigar y descubre que el doctor en física (y especialista en heurística) Stephen Falken es quien ha desarrollado los sistemas.

El acertijo de Falken

Así, luego de buscar toda la vida de Falken en bibliotecas, papers científicos y todo lo que esté a su alcance, David se da cuenta de que la clave para ingresar es Joshua, el nombre del hijo fallecido de Falken. Ahora si David logra iniciar una partida de Guerra Termonuclear Global sin saber que está desafiando al ordenador, que cree estar enfrentándose a los rusos y desata una escalada nuclear que luego no puede ser detenida.

Claro que esto no se debe a que David no tenga talentos, el problema es que el ordenador ha sido programado para trabajar de esa manera y evitar que arrepentimientos de último segundo detengan ataques nucleares defensivos. En este punto la película se vuelve increíblemente profética: en Septiembre de ese mismo año se produjo el famoso “Incidente de equinoccio de otoño” en el cual el teniente coronel Stanislav Petrov salvó al mundo al negarse a disparar misiles para devolver un supuesto ataque que los norteamericanos estaban enviando.

Al parecer los satélites que realizaban las mediciones se vieron afectados por la posición del sol del otoño en un instante dado y tomaron esos valores térmicos como los producidos por un misil, en realidad por cinco misiles. Los sistemas rusos lanzaron la alarma y teóricamente se debería haber enviado un contraataque desde Moscú, pero Petrov, quien estaba a cargo de ello, decidió esperar. Astutamente, consideró que nadie puede iniciar un ataque nuclear con solo cinco misiles, y por suerte tenía razón. Ese pensamiento pragmático casi podría decirse que salvó al mundo.

Volviendo a David y sus andanzas, cuando las cosas se comienzan a complicar y el Pentágono se da cuenta de lo que está por suceder, no le resulta difícil dar con David al rastrear las llamadas que el ordenador ha recibido en los últimos días.

Juegos de Guerra fue una película que claramente se adelantó a su tiempo en varios aspectos: introduce a la ingeniería social, a los problemas de seguridad, a Internet, o al phreaking y blueboxes en la escena en la que David llama desde una cabina telefónica de manera gratuita al realizar sonidos con una lata de gaseosa. También, como ya mencionamos, se adelanta en unos meses al incidente del equinoccio de otoño, una casualidad que le dio aún más fama a la película, y relacionado al incidente también tiene un tono aleccionador ya que lo que se plantea en la ella es lo equivocado de dejar ciertas decisiones en manos de un ordenador. Tal vez en ciertos momentos la película se vuelva algo fantasiosa (¿Cómo creer que no hay forma alguna de detener el “juego” una vez iniciado?) pero hay que tener en cuenta que en el año 1983 era poco lo que se sabía de la informática, y estos temas eran vistos casi como de ciencia ficción.

Es en esto donde nuevamente la película fue innovadora ya que era la primera vez que una película trataba sobre ordenadores. Antes de “Juegos de Guerra” solo podías ver ordenadores en las películas espaciales. De hecho en Superman 3, que es del mismo año, Richard Pryor se convierte en un programador tomando un curso de la noche a la mañana, y luego es capaz de desarrollar un sistema que modifica el clima y desata un huracán sobre Colombia.

Ya ves como eran películas más ingenuas, por ello el gran mérito de “Juegos de Guerra” es el de haber abierto los ojos de todos y mostrarnos una introducción al hacking. La película fue todo un éxito, en sus primeros meses recaudó más de 75 millones de dólares, lanzó a Matthew Broderick a la fama y desató la fiebre por los modems y los BBS.

Solo meses después del estreno de la película se produjeron los famosos ataques del Chaos Computer Club a los sistemas de la NASA, y fue la gota que rebalsó el vaso: el FBI comenzó una cacería contra varias de las bandas de hackers más famosas que terminó en la disolución de estas y en el encarcelamiento de varios de sus miembros.

Quienes eramos adolescentes en esa época y vimos la película corrimos hacia nuestras Commodore 64 o ZX Spectrum y ya nunca las volvimos a ver del mismo modo, luego de ver a David en acción todos quisimos ser hackers, cambiar las notas del colegio, o llamar gratis desde una cabina telefónica. Verdaderamente “Juegos de Guerra” ha sido una cantera o semillero de hackers.

Escrito por Ariel Palazzesi

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