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Reactor nuclear de código abierto (DIY)

Mark Suppes, un desarrollador web que trabaja para un gigante de la moda (Gucci), durante las noches disfruta de un hobby muy particular en un taller alquilado en Brooklyn. Mark tiene el privilegio de encontrarse entre los 38 aficionados que han logrado experimentar con éxito la fusión nuclear. Entre las cosas interesantes que tiene esta historia se destaca que Mark no tiene formación alguna en física nuclear y que tampoco cuenta en su polvoriento taller con los elementos más eficaces para llevar a cabo su objetivo. Su ferviente convicción de lograrlo sumado a los miles de mensajes de aliento y de ayuda que recibe en su blog impulsan a Mark a seguir adelante con su reactor nuclear doméstico. Entérate y ¿porqué no?, ayúdalo.

En un taller contratado en el tercer piso de un viejo edificio en Brooklyn, un zumbido agudo emana desde un rincón salpicado de trozos de metal y máquinas de aspecto siniestro. Allí, Mark Suppes enciende su dispositivo sobre una cámara plateada con cables y tubos de plástico que brotan en todas direcciones mientras busca la respuesta a una pregunta que ha eludido a algunos de las mejores mentes científicas del planeta. En la fusión nuclear, los átomos de determinados elementos son forzados a combinarse lográndose como resultado liberación de energía.

No podemos dejar de mencionar que existen elementos que logran el efecto contrario al entrar en fusión, es decir, absorben energía. La obtención de energía mediante la fusión nuclear sería, según dicen los científicos, el “santo grial” de la producción de energía por tratarse de un método completamente limpio y barato. El problema fundamental es que muy pocos ha encontrado un desarrollo optimizado para que los reactores de fusión produzcan más energía de la que consumen para funcionar.

Mark se encuentra, como te adelantamos en el encabezado, entre los 38 aficionados privilegiados que han logrado demostrar resultados exitosos con su reactor. Entre estas personas se encuentran un joven de 15 años de edad residente en Michigan y un estudiante de doctorado en física nuclear de Ohio. Todas estas personas que realizan actividades independientes (no gubernamentales) pueden encontrarse en la comunidad Fusor.net. Este sitio web publica en forma diaria los avances que logra los investigadores aficionados como Mark. En otro lado de esta historia se encuentran los vecinos del taller de Mark, es decir, aquellos que no están entusiasmados del mismo modo que él sabiendo que tienen a un amateur en el vecindario experimentando con un reactor nuclear.

A pesar de este lógico nerviosismo, los reactores de fusión de este tipo son perfectamente legales en los Estados Unidos. “Mientras los ciudadanos privados obtengan los componentes necesarios para construir y hacer funcionar el reactor de manera legal, pueden hacerlo con absoluta libertad“, dice Anne Stark, Oficial Superior de Información Pública del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California. Los científicos afirman que los dispositivos como el de Mark no representan una amenaza real para las comunidades vecinas o el medio ambiente porque no manipulan materiales peligrosos, como el uranio o el plutonio.

No hay ninguna posibilidad de provocar un accidente con este tipo de fusión atómica“, agrega Neil Calder, Jefe de Comunicaciones del ITER, un proyecto multinacional que comenzó en 1985 con el objetivo de demostrar la viabilidad de la energía de fusión atómica. Entre los países que forman el ITER se encuentran China, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, Japón, India y Corea del Sur. “No hay contaminación por CO2, no hay gases de efecto invernadero, no se puede utilizar para la proliferación o la propagación de armas nucleares, es decir, tiene sólo ventajas y son muchas“, subrayó Calder.

Si bien el fusor de Mark produce una hermosa bola (plasma) que brilla de manera intensa de color púrpura durante la fusión, no es aún la solución de los problemas energéticos del mundo. De hecho, reconoce que su equipo nunca producirá energía neta. “No es un reactor de equilibrio (breack-even reactor)“, admitió. Para él, el fusor es un peldaño en el camino a la construcción de algo que se conoce como reactor Polywell. Mark está convencido que esta tecnología de fusión podría cambiar el mundo. Este tipo de reactor (Polywell) es una idea original del fallecido Robert Bussard, un físico que aseveró que la tecnología que él desarrolló podría cumplir la promesa de la energía de fusión real, hecho que ha eludido a los científicos durante décadas. DARPA, el organismo gubernamental que financió el  proyecto del reactor de Bussard, le impedía publicar los resultados. Sin embargo, poco antes de su muerte (2007) esta prohibición se retiró y dio a conocer al mundo que había logrado el santo grial de la energía neta. Con toda la ingeniería a su favor, Bussard dijo que el reactor Polywell podría ser 100.000 veces más eficiente que cualquier otro dispositivo de fusión. La compañía que Bussard dejó luego de su muerte continúa con la investigación y desarrollo del reactor Polywell. Por su parte, Mark es la primera persona que intenta reproducir este tipo de reactor por su cuenta.

Después de conocer su existencia y aprender algunos detalles sobre el reactor Polywell a través de vídeos que encontraba en Google Talk, Mark quedó obsesionado con la construcción de un reactor propio. En contraste con la investigación sobre la fusión que requieren los laboratorios de varios millones de dólares, un reactor Polywell se puede construir sobre una mesa. En su desarrollo, Mark utilizó para la construcción de su fusor materiales que compró a través de eBay y con un presupuesto menor a los 25 mil Euros. A pesar de la ausencia total de formación en física nuclear, espera ser el aficionado que por primera vez en el mundo pueda construir un reactor de fusión Polywell para, finalmente, tener éxito donde miles de físicos profesionales han fracasado. “No tengo ninguna duda de que la máquina va a funcionar“, dijo con los ojos brillantes y encendidos de entusiasmo. Obsérvalo:

Mark ha documentado cada paso constructivo de su reactor en su blog y a  menudo utilizó esta vía de comunicación para obtener consejos de personas que siguen con mucha atención su trabajo. “No estoy trabajando sólo en esto. La gente escribe comentarios en mi blog. Cualquiera podría escribir una frase sin mucho esfuerzo o poco útil para ellos, pero pueden ser las llaves del reino para mí”. Su proyecto es completamente de código abierto y tiene la esperanza de inspirar a otros a probar suerte en la producción de energía barata.

El fusor controlado por ordenador de Mark está construido en forma poco ortodoxa pero es muy sencillo de operar. Una cámara de vacío del tamaño de una panera contiene esferas metálicas huecas que se unen a líneas de alta tensión. Un pequeño tanque de deuterio (un tipo especial de combustible de hidrógeno) se conecta a la cámara con un tubo de plástico y una válvula reguladora de caudal. Con sólo pulsar una tecla, Mark aumenta la potencia y libera cada vez mayor cantidad de combustible, mientras que el brillo fascinante de color púrpura aparece en la pantalla de su ordenador a través de una imagen obtenida con una cámara web. La reacción produce rayos X por lo que es recomendable permanecer a una distancia segura para evitar la radiación. A medida que la energía comienza a librarse por la reacción, los resultados comienzan a observarse en forma de burbujas en un líquido traslúcido que habita dentro de un envase de lápiz labial. Esto indica que un neutrón rápido, un subproducto de la fusión, se ha producido.

Hasta ahora, el balance energético más favorable que cualquier máquina de fusión haya alcanzado es de 10 a 1, y los físicos han estado mejorando de manera constante esta relación durante décadas con mejores diseños. Los avances han pasado de forma categórica desde un décimo de vatio a diez millones de watts de potencia (10MW) en los experimentos. Al día de hoy, los dispositivos creados están logrando generar más energía de la que consumen, pero no lo suficiente todavía para ser utilizadas como plantas de energía. Es decir, a pesar de haberse logrado un resultado favorable en potencia, los costos aún distan mucho de la realidad económica de la gente. El ITER por su parte agregó que sería un error descartar de plano las ideas de cualquier aficionado. El menos pensado puede aportar la idea que se está necesitando para transformar en rentable estas fuentes de energía.

No voy a decir algo que afecte a los entusiastas aficionados que trabajan en proyectos similares alrededor del mundo, pero hay que tener en cuenta que es un emprendimiento muy difícil el hecho de lograr construir un reactor nuclear eficiente. No hay que olvidar que ya hay mucho dinero, tiempo y una gran cantidad de científicos muy experimentados que trabajan en el diseño de reactores de fusión en este momento“, dijo Neil Calder. “De todos modos eso no elimina otras ideas positivas procedentes de un grupo diferente de personas.” Mark, por su parte, pretende ir mucho más allá de lograr éxito en sus juegos con cacharros. “Ahora tiene que salir y hacer lo que todo el mundo tiene que hacer cuando tiene una idea, que es convencer a la gente a invertir en su proyecto, ya sea mediante una financiación del gobierno o del sector privado“, agregó Neil Calder.

Mark, tiene la esperanza de construir un reactor según los planes trazados por el difunto Robert Bussard, un físico nuclear que afirmó que su tipo de reactor podría convertir el hidrógeno en electricidad (en enormes cantidades) a muy bajo costo. Una nueva era en la producción de energía está llegando de la mano de experimentadores (“fusioneers“) aficionados como tú, como yo, como cualquiera. Los grandes consorcios internacionales no dejan de poner la atención en el trabajo de cada uno que anuncia (y ofrece pruebas) haber logrado el éxito en un ensayo de reacción nuclear. Quizás Mark logre el éxito, visita su blog ¿Te animas a ayudarlo?

Escrito por Mario

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