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Razones por las que tu PC funciona lento

Parece una tarea imposible, pero aceptamos el desafío

PC funciona lento

Después de varios meses (e incluso años) de servicio fiel, empiezas a notar un cambio. Las pausas son más largas, la capacidad de respuesta disminuye, los inicios y cierres demandan tiempo extra. En otras palabras, tu ordenador se volvió un caracol, y no sabes exactamente por qué. Tal vez un reinicio sea suficiente para restaurar su rendimiento, pero esa es apenas una solución temporal. Las razones por las que tu PC funciona lento son numerosas, y en algunos casos muy complejas, sin embargo, hoy haremos un repaso a las más importantes.

La pérdida de rendimiento en los ordenadores es un enemigo con múltiples caras. Durante años hemos tratado de «reducir» su número, pero tarde o temprano debemos intervenir con mayor profundidad. La relación entre hardware, software y usuario es muy delicada, y una vez que el equilibrio se pierde, los resultados son inevitablemente negativos.

Las principales razones por las que tu PC funciona lento

A veces hay señales muy claras. Con el paso del tiempo todos hemos encontrado a personas que son caóticas y brutas a la hora de usar un ordenador, una combinación muy desfavorable para preservar su rendimiento a largo plazo. Y en otras ocasiones, debemos jugar al detective. Eso es lo que nos trae aquí hoy. Si quieres saber las razones por las que tu PC funciona lento, puede que algo de esto te sirva.

Software «nuevo» en hardware «viejo»

Windows 10 es la versión que debemos usar según Microsoft… pero no todos los ordenadores pueden recibirla en plenitud

Una de las primeras recomendaciones que encontramos a través de la Web es actualizar todo el software a su versión más reciente por cuestiones de seguridad y rendimiento. Esto también se extiende al sistema operativo, lo cual vivimos en carne propia con la insistencia de Microsoft para que abandonemos a Windows XP en su momento, y ahora a Windows 7. ¿Qué es lo que hemos aprendido? El hecho de que «puedas» no significa que «debas».

Por ejemplo, la edición de 32 bits de Windows 7 pide un procesador de 1 GHz y 1 GB de RAM como mínimo, pero si decides instalarlo bajo esa configuración, lo más probable es que sufras al sistema operativo en vez de usarlo. Con cada edición mayor de software necesitas «un poco» más de hardware.

Pequeños saltos, como un par de gigabytes extra, o un SSD para agilizar las cosas. Si el presupuesto no ayuda, escoger el sistema operativo y los programas correctos puede ser la diferencia entre una buena experiencia, y una tortuga sobre el escritorio. Lo último no siempre es lo mejor. Selecciona tu software con cuidado, y el ordenador responderá.

Malware

Una infección en segundo plano puede comerse vivo a tu ordenador. Malwarebytes y otras herramientas similares te ayudarán.

Un escalofriante número de infecciones están esperando agazapadas en la Web para entrar a tu ordenador y llevar a cabo los deseos de sus creadores. Desde la extracción de información hasta la criptominería no autorizada, pasando por el envío de spam, la transformación de tu PC en un zombie dentro de una botnet y los populares ataques de ransomware, estos bichos digitales no dudan en robar poder de procesamiento.

Si sospechas que algún malware dejó a tu ordenador de rodillas, un chequeo de los procesos activos con el Process Explorer de Sysinternals y un barrido de Malwarebytes Antimalware deberían ser capaces de detectar y suprimir cualquier comportamiento anormal.

Falta de mantenimiento

La limpieza digital de un ordenador es tan importante como la física

Un verdadero clásico. El usuario promedio parece estar convencido de que Windows conservará su rendimiento del día 1 para siempre, pero nada está más lejos de la realidad. Acumulación de temporales, programas que van y vienen, parches sobre parches sobre parches… y el sistema operativo termina atrapado en el barro.

El mantenimiento preventivo es fundamental para que la velocidad del ordenador sea óptima, y una buena parte queda a cargo de Windows en segundo plano, pero el resto es responsabilidad nuestra. El problema es que (en general) los usuarios no saben o no quieren realizar dicho mantenimiento. El proceso es sencillo: Borra los programas que no usas, busca alternativas más livianas (referencia directa al primer punto), libera espacio en el disco duro y desfragmenta su contenido (recuerda que los SSDs no necesitan desfragmentación).

Son cuatro pasos básicos que te llevarán muy lejos, pero si la situación es extrema o al final del día no hay cambios significativos, lo más común es respaldar archivos personales, aplicar la «diplomacia de la teniente Ripley», bombardear desde la órbita a la instalación de Windows y empezar desde cero con un disco limpio. Tedioso, pero efectivo.

Falla de hardware

Polvo, temperatura, throttling, componentes agotados… todo esto puede golpear al rendimiento

Así es: La culpa no siempre es del software. Un par de semanas atrás exploramos los efectos del calor en un ordenador, y cómo se activa el throttling, un recurso que protege al procesador de las altas temperaturas internas reduciendo su velocidad. Si la instalación de Windows es nueva y cuentas con una selección eficiente de software pero el rendimiento de tu PC sigue en el suelo, tal vez lo que necesita es una buena limpieza en su interior y un reemplazo de pasta térmica en el CPU (y a veces, la tarjeta gráfica) para restaurar la ventilación, mejorar la disipación de calor y evitar el throttling.

Al mismo tiempo, un disco duro puede estar «cansado» aún cuando su estado de SMART sea bueno, convirtiéndose en un cuello de botella implacable. En lo personal he visto discos duros con todo su SMART en verde sin superar los 30 megabytes por segundo de lectura secuencial, una velocidad que nos lleva a la época de los viejos modos PIO de transferencia. Aquí es cuando procedo a predicar las virtudes de las unidades de estado sólido. En su peor día, un SSD es dos o tres veces más rápido que un disco duro, y hoy vale menos de 30 euros.

En resumen, si tu PC funciona lento, estos son los pilares esenciales que necesitas verificar. Por supuesto, también debemos considerar la posibilidad de que el ordenador no sufra un problema, y que sea naturalmente lento. Los discos duros de 5.400 RPM y la vieja serie de chips Atom no se caracterizan por demostrar velocidad, y requieren un poco más de paciencia. Recuerda: Mantenimiento preventivo, software eficiente, y el ocasional upgrade de hardware te ahorrarán muchos dolores de cabeza. ¡Buena suerte!

Escrito por Lisandro Pardo

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